Las cuencas hídricas que alimentan las reservas de agua dependen del manejo de suelos en terrenos pendientes, muy susceptibles a la erosión, que lava la capa orgánica, impide la infiltración del agua y aumenta las corrientes superficiales que causan deslizamientos arriba e inundaciones abajo. La primera obra de geoingeniería necesaria es la estabilización de las pendientes con barreras vivas que formen terrazas, para retener agua y permitirle infiltrarse para recargar los acuíferos. Sólo en las nuevas terrazas la agricultura no causa erosión.

El terraceo de pendientes debe ser una obra a gran escala, pensando en mejorar la hidrología de las cuencas, pero lo fundamental es el cambio cultural de los campesinos cultivadores en cada finca, pues es la suma de terrenos habilitados para el cultivo sin erosión lo que hace la diferencia. Con siglos de anticipación, los incas del Perú supieron dominar con terrazas de cultivo las tierras pendientes de la cordillera andina, así como los zenúes de Colombia dominaron el sistema anfibio de la depresión momposina con terrazas de cultivo en forma de camellones, donde combinaron la agricultura con la cría de peces.

El segundo paso indispensable es abandonar el maltrato de suelos con arado y agroquímicos y regenerar la capa orgánica con el compostaje y la biodiversidad, que comienza con los microorganismos del suelo y avanza hacia los insectos polinizadores, las lombrices y los hongos que descomponen la materia orgánica y hacen accesibles los nutrientes minerales a las plantas. Esto exige el abandono de las malas prácticas de la agricultura comercial, que sostiene ganancias a costa del agotamiento de los suelos y su reemplazo por fertilizantes químicos y pesticidas, que envenenan la biodiversidad y los alimentos para consumo humano, iniciando una catástrofe de enfermedades crónicas derivadas de las toxinas en los alimentos.

En el acuerdo agrario de la paz con las Farc se cambió el paradigma de la reforma rural para incorporar el enfoque territorial, que implica que cada territorio, atendiendo a sus condiciones locales, define el ordenamiento ambiental, la regularización de la propiedad de la tierra y la visión de desarrollo potencial de su jurisdicción, para que las iniciativas surjan de abajo hacia arriba. Este enfoque territorial es una profundización de la descentralización administrativa, y le da mayor responsabilidad a los alcaldes, gobernadores y corporaciones ambientales en la gestión de sus territorios.

La regeneración orgánica de los suelos es una política de fondo para adaptar el territorio a los dos extremos de El Niño y La Niña, de signo opuesto: en El Niño la sequía y en La Niña el exceso de lluvias. Ambos se moderan con la mayor retención de agua en los suelos y la recarga de los acuíferos subterráneos, que dan origen a los mal llamados nacimientos de agua, que no son otra cosa que la lenta descarga de los acuíferos. El agua no nace, es parte del ciclo hídrico con la atmósfera, que se combina con la diversidad vegetal para formar el ciclo del carbono, pues la vegetación captura y almacena el exceso de CO2 atmosférico, para equilibrar el clima del planeta.

QOSHE - Regeneración de ecosistemas de montaña para asegurar el agua - Alejandro Reyes Posada
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Regeneración de ecosistemas de montaña para asegurar el agua

61 1
30.04.2024

Las cuencas hídricas que alimentan las reservas de agua dependen del manejo de suelos en terrenos pendientes, muy susceptibles a la erosión, que lava la capa orgánica, impide la infiltración del agua y aumenta las corrientes superficiales que causan deslizamientos arriba e inundaciones abajo. La primera obra de geoingeniería necesaria es la estabilización de las pendientes con barreras vivas que formen terrazas, para retener agua y permitirle infiltrarse para recargar los acuíferos. Sólo en las nuevas terrazas la agricultura no causa erosión.

El terraceo de pendientes debe ser una obra a gran escala, pensando en mejorar la hidrología de las cuencas, pero lo fundamental es el cambio cultural de los campesinos cultivadores en cada finca, pues es la suma de terrenos habilitados para........

© El Espectador


Get it on Google Play