Normalmente los grandes terminan entrando a los ocho finalistas y los chicos se desinflan en la segunda parte del Todos contra Ttodos. Sin embargo, esta vez el mal momento de los tres más grandes de Colombia es llamativo.

En Millonarios es urgente que revisen el método. Hasta antes del partido con Equidad no me preocupaba porque el equipo generaba opciones, pero no definía. Ese sin duda es un problema, pero es peor no generar, y eso es lo que pasó el sábado frente a Equidad.

Alberto Gamero se queda sin explicaciones certeras, los jugadores que antes resolvían en ataque ya no lo hacen y los que poco se equivocaban en defensa están nerviosos y cometen errores que cuestan goles y puntos. Entrar a los ocho para Millos parece difícil y la Libertadores está a tres semanas.

Es un buen momento para que Macka, Larry Vásquez, Llinás, Vargas, Castro y Montero, todos muy maduros, se pongan el overol porque en el fútbol el cielo y el infierno son vecinos.

Lo de América pasa más por unos directivos que han demostrado una total incapacidad para tranquilizar a su gente. El espectáculo bochornoso de la echada del entrenador a una semana de comenzar al campeonato, el show de Arturo Vidal y la consecuente traída de César Farías, que podrá ser muy bueno, pero es más nervioso que sus jefes, no produce tranquilidad en un grupo de jugadores que no entienden lo que les piden. Ahora, al igual que en Millonarios, está en ellos darle la vuelta al destino. Son profesionales del fútbol y están entre los mejor pagados del país, tendrán que demostrar la razón.

En Nacional la crisis viene de tiempo atrás. El problema radica en la escogencia de los refuerzos y en el entorno hostil que se ha generado por el hecho de bajar de estrato seis a estrato cuatro. Los que celebraban las alegrías de la opulencia, como suele suceder cuando un amigo cae en desgracia, abandonaron el barco, y me refiero a un sector de los mal llamados hinchas. Ellos no juegan, pero hacen ruido, y ese ruido poco ayuda a que los que piensan puedan pensar bien. Se olvidan de paso de que los que piensan saben pensar tan bien, que ya ganaron la Libertadores.

El fútbol colombiano necesita a los grandes arriba. Todas las ligas los necesitan. Los pequeños comen de los grandes. Desde el dinero por derechos de TV hasta las buenas taquillas que ellos tienen son producidas por los grandes. Es bueno que los pequeños lo hagan bien. Nadie niega que lo del Pereira es hermoso. Una cosa no quita la otra. De hecho, los únicos responsables de su crisis son los propios grandes. ¿O será que ya no hay jugadores de equipo grande en Colombia?

QOSHE - Grandes en crisis - Antonio Casale
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Grandes en crisis

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06.03.2024

Normalmente los grandes terminan entrando a los ocho finalistas y los chicos se desinflan en la segunda parte del Todos contra Ttodos. Sin embargo, esta vez el mal momento de los tres más grandes de Colombia es llamativo.

En Millonarios es urgente que revisen el método. Hasta antes del partido con Equidad no me preocupaba porque el equipo generaba opciones, pero no definía. Ese sin duda es un problema, pero es peor no generar, y eso es lo que pasó el sábado frente a Equidad.

Alberto Gamero se queda sin explicaciones certeras, los jugadores que antes resolvían en ataque ya no lo hacen y los que poco se equivocaban en defensa están nerviosos y........

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