Recuerdo el jingle: “Tarara tara tara, Píldoras de vida del doctor Ross, cuando me las tomo me siento mejor”. Creo que me voy a tomar una sobredosis a ver si me siento con el ánimo, la cordura y la energía suficiente para sobrevivir este despelote en que se ha convertido Colombia. No se acabó el mundo ayer lunes por el eclipse, pero tembló estos días en Nueva York, se sacudió Fukushima y las videntes amenazan catástrofes. Estas no me dan pánico ni alteran mi sistema nervioso, pero la forma errática, atrabiliaria, populista y sin brújula con que se está “gobernando” el país me tienen como la película de Almodovar, Al borde de un ataque de nervios. Sé que esto no le importa a nadie, pero a mí sí.

Que si la salud (prohibido enfermarse por ahora), ver al ministro haciendo pataletas y lloriqueando...

Que si miles y miles de muertos se deben a negligencias de las EPS (¿quién los ha contado tan prolijamente?), que de dónde va a salir la plata, que si van a robar más o menos...

Que si la elección del rector de la Universidad Nacional fue ilícita porque no salió el candidato del mesías, que se acerca la revolución...

Que hay que volver a marchar, que si ponen bombas en el Batallón Pichincha en Cali, una dirigida al colegio de los niños...

Que ya a nadie les importa un pito los muertos del departamento de Cauca, que el ministro de Defensa está indefenso porque tiene prohibido defender a nadie…

Que Cali ya está tomada por las disidencias y otros grupos. Que, que, que...

Píldoras mágicas:

El último libro de Irene Vallejo, Alguien habló de nosotros, una obra filigrana de sabiduría. Cada minicapítulo casi un poema, contándonos cómo, desde hace muchos siglos, pensadores se planteaban nuestras mismas preguntas, algunas todavía sin respuesta, invitándonos a hacer una pausa en estos momentos de inmediatez, de frivolidad mental, de trinos y noticias falsas. Aire puro, oxígeno en palabras.

Los alemanes. Escaparse y vivir la vida de los alemanes que se encontraban atascados en Camerún en 1916 (Primera Guerra Mundial) y se refugiaron en España, la mayoría en Zaragoza, y se quedaron para siempre. Cómo vivieron, se adaptaron, actuaron, escandalizaron y apoyaron a Hitler y sus huestes fascistas, y cómo ese pasado afectó las nuevas generaciones. La pregunta es si heredan los hijos las culpas de los padres o si logran construir nuevos presentes. Premio Alfaguara de Novela 2024, escrita magistralmente por Sergio del Molino, uno de los mejores autores españoles.

Aprender del escritor y catedrático Mauricio García Villegas, sobre El viejo malestar del Nuevo Mundo: ensayo sobre las emociones tristes en América Latina, sus desafueros y sus pesares, una obra fácil de leer, amena. Como decía alguien sabiamente: este continente formado y habitado por la mezcla de español aventurero, india brava y esclavos africanos, que pretendemos vivir como los otros países de culturas milenarias, pertenecer al primer mundo, a las carreras, sin la decantación que dan los siglos y con todas las emociones apelotonadas, llenos de odios, polarizaciones, castas inventadas, inequidades. “Viviendo con los peligros del pasado redoblados por los peligros del presente, sin saber cómo va a ser el desenlace”. Un llamado a amansar emociones, dejar rencores y practicar el respeto y la convivencia.

La última píldora. Detenerse a mirar hacia arriba y reverenciar las ceibas que están pariendo su algodón sagrado.

QOSHE - Píldoras - Aura Lucía Mera
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Píldoras

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09.04.2024

Recuerdo el jingle: “Tarara tara tara, Píldoras de vida del doctor Ross, cuando me las tomo me siento mejor”. Creo que me voy a tomar una sobredosis a ver si me siento con el ánimo, la cordura y la energía suficiente para sobrevivir este despelote en que se ha convertido Colombia. No se acabó el mundo ayer lunes por el eclipse, pero tembló estos días en Nueva York, se sacudió Fukushima y las videntes amenazan catástrofes. Estas no me dan pánico ni alteran mi sistema nervioso, pero la forma errática, atrabiliaria, populista y sin brújula con que se está “gobernando” el país me tienen como la película de Almodovar, Al borde de un ataque de nervios. Sé que esto no le importa a nadie, pero a mí sí.

Que si la salud (prohibido enfermarse por ahora), ver al ministro haciendo pataletas y lloriqueando...

Que si miles y miles de muertos se........

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