A comienzos de diciembre se radicó en el Congreso un proyecto de ley liderado por varios senadores y senadoras de derecha y ultraderecha, como Lorena Ríos, Soledad Tamayo, Paola Holguín, Josué Alirio Barrera, Honorio Enríquez, José Jaime Uscátegui y María Fernanda Cabal. El objetivo del proyecto es prohibir tratamientos de reafirmación de género en menores de edad, una estrategia que se ha usado en otros países para discriminar a las personas trans, con la vieja excusa de “proteger a los niños”, así en masculino, pues quienes usan este argumento suelen omitir que también hay niñas y negar que, además, hay niñes. “Pensar en los niños” ha sido un argumento históricamente usado por la derecha, porque genera pánicos morales y presume defender a un grupo que convenientemente no puede hablar por sí mismo. Como era de esperarse, la presentación del proyecto fue una retahíla de argumentos transfóbicos, que igualaban los procesos de reafirmación con la ablación del clítoris, y decían que muchas niñas querrán transicionar para escapar del patriarcado.

Es difícil creer que el objetivo sea “proteger a les niñes” y no “perseguir a las personas trans” cuando se hace evidente el doble estándar en estos argumentos. “Hormonar niñes sin su consentimiento para hacer procedimientos de reafirmación de género” no parece un problema cuando eres cis. A lo largo de la adolescencia, las niñas con frecuencia son sometidas a intervenciones como hormonarlas para retrasar la primera regla, muchas veces con el objetivo –que algunas personas llamarán “superficial” – de que sean más altas, darles pastillas anticonceptivas para controlar el acné o el vello facial, y otras intervenciones que buscan la feminización como cirugías de nariz, implantes, ortodoncia, tratamientos para el pelo, pero esto no parece un problema porque si eres cis, todas las intervenciones médicas y estéticas para reafirmar tu género se ven como totalmente normales y justificadas y, por supuesto, parte del libre desarrollo de tu personalidad. Otra de las muchas falacias de las intervenciones es esa idea de que la experiencia trans es “una salida fácil a la opresión de género”, pero no es lo mismo ser una mujer cis y desear ser como un hombre cis, para acceder a todas su libertades y privilegios, a ser un hombre trans, y enfrentarte a todas las violencias del cis-tema, sin palmaditas en la espalda por parte del patriarcado.

Lo más probable es que el proyecto se caiga, el Ministerio del Interior ya pidió archivarlo, pero la jornada ante el congreso dejó ver algo muy interesante: que, como explicamos a profundidad en esta nota de Volcánicas, hay una alianza entre las feministas transexcluyentes y los políticos de ultraderecha y anti-derechos en Colombia, en donde las terfs se presentan como parte del movimiento feminista para lavarles la cara y avanzar políticas discriminatorias. Esto es grave porque las feministas transfóbicas están usando al movimiento para ir en contra de los derechos humanos. Si lo que queremos es bienestar para les niñes, no deberíamos enfocar nuestros esfuerzos en instrumentalizarles para perseguir y discriminar a una minoría, sino en construir una sociedad que respete sus expresiones de género y les permita tomar decisiones libres e informadas sobre sus cuerpos.

QOSHE - “Proteger a las infancias” y otras falacias transexcluyentes - Catalina Ruiz-Navarro
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“Proteger a las infancias” y otras falacias transexcluyentes

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14.12.2023

A comienzos de diciembre se radicó en el Congreso un proyecto de ley liderado por varios senadores y senadoras de derecha y ultraderecha, como Lorena Ríos, Soledad Tamayo, Paola Holguín, Josué Alirio Barrera, Honorio Enríquez, José Jaime Uscátegui y María Fernanda Cabal. El objetivo del proyecto es prohibir tratamientos de reafirmación de género en menores de edad, una estrategia que se ha usado en otros países para discriminar a las personas trans, con la vieja excusa de “proteger a los niños”, así en masculino, pues quienes usan este argumento suelen omitir que también hay niñas y negar que, además, hay niñes. “Pensar en los niños” ha sido un argumento históricamente usado por la derecha, porque genera pánicos morales y presume defender a un grupo que convenientemente no puede hablar por sí mismo. Como era........

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