Las tasas de crecimiento de 2023 y 2024 presentadas en el Plan Financiero del Ministerio de Hacienda y Crédito Público (1,2 % y 1,5 % respectivamente) son las protagonistas principales del panorama de la política fiscal. Primero, son consistentes con el enfriamiento de la economía luego de los crecimientos de 2021 (11 %) y 2022 (7,3 %), impulsados por el rebote posterior a 2020 y por fuertes políticas expansivas —insostenibles— que en el campo fiscal dejaron como herencia una secuencia de altos déficits del Gobierno Nacional Central: 7,8 % del PIB en 2020, 7 % en 2021 y 5,3 % en 2022, además de un alto endeudamiento. Segundo, explican parte de la revisión a la baja de los recaudos tributarios frente a los esperados. Y tercero, algo fundamental, activan la posibilidad para que el Gobierno incremente su déficit en 2024 como parte de un mecanismo contracíclico: mayor gasto en relación con los ingresos para evitar una desaceleración más acentuada. Esto, con pleno respeto de la regla fiscal.

En medio de la desaceleración reciente, el déficit del Gobierno Nacional en 2023 (4,2 % del PIB) fue menor al previsto en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (4,3 %); la deuda del Gobierno Nacional Central cerró 3 puntos porcentuales del PIB por debajo del escenario de la Ley de Presupuesto; el menor gasto en intereses compensó la disminución de ingresos tributarios y hubo cumplimiento de la regla fiscal. Nada mal.

El escenario de 2024 es más controversial y para algunos ha levantado ampolla. El déficit sube a 5,3 % del PIB. Pero vale la pena recordar algo: curiosamente este es el mismo nivel de 2022 cuando la economía creció 7,3 %. Con un crecimiento de solo 1,5 % para el 2024, el déficit de 5,3 % está lejos de ser descabellado para buscar garantizar el aterrizaje suave de la economía y para impulsar una nueva fase de reactivación. No olvidemos tampoco que las condiciones de financiamiento de la economía global son más favorables que las de hace un par de años, la inflación está cediendo y el déficit de la cuenta corriente ha sido menor que lo esperado.

Con las tasas de crecimiento de 2023 y 2024, como lo muestra el Ministerio de Hacienda, la economía colombiana “registraría un ritmo de reactivación tras la pandemia superior al de las economías de la región”. Mientras el PIB de 2024 de Latinoamérica sería 8,5 % mayor que el de 2019, el PIB de Colombia sería 13,4 % mayor que el nivel prepandemia. Válida sigue siendo la discusión sobre la conveniencia de otra senda de recuperación desde 2021 hasta hoy. Sí, con menos sobresaltos. Pero es de reconocer que en la actualidad hay un desempeño macroeconómico de corto plazo estable, luego de las políticas combinadas tanto de gobiernos como de coordinación fiscal y monetaria, que, por supuesto, tiene que ser cuidado con la ejecución efectiva del gasto y la inversión.

No hay razones entonces para el pesimismo frente a la política fiscal con la información del Plan Financiero y mientras el Gobierno continúe honrando los compromisos. No hay razones tampoco para desaprovechar estas condiciones con conflictos exacerbados, falta de concertación sobre las reformas sociales y mucho menos con obstáculos a la articulación público-privada.

* Exviceministro técnico de Hacienda y Crédito Público. Profesor titular de Economía de la Universidad Javeriana. @G_HernandezJi

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La política fiscal con el reto de la desaceleración

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06.02.2024

Las tasas de crecimiento de 2023 y 2024 presentadas en el Plan Financiero del Ministerio de Hacienda y Crédito Público (1,2 % y 1,5 % respectivamente) son las protagonistas principales del panorama de la política fiscal. Primero, son consistentes con el enfriamiento de la economía luego de los crecimientos de 2021 (11 %) y 2022 (7,3 %), impulsados por el rebote posterior a 2020 y por fuertes políticas expansivas —insostenibles— que en el campo fiscal dejaron como herencia una secuencia de altos déficits del Gobierno Nacional Central: 7,8 % del PIB en 2020, 7 % en 2021 y 5,3 % en 2022, además de un alto endeudamiento. Segundo, explican parte de la revisión a la baja de los recaudos tributarios frente a los esperados. Y tercero, algo fundamental, activan la posibilidad para que el Gobierno incremente su déficit en 2024 como parte de un........

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