En las últimas semanas, han vuelto a salir estudiantes de universidades públicas a “tirar piedra”. En la Pedagógica, en la Nacional, en la Distrital. Llevamos años y años en eso. No se entiende qué reivindicaciones sociales y políticas están representadas en esos hechos que, en realidad, son meros actos de violencia. Son actos delincuenciales, eso es lo que son, no movilizaciones sociales. A tal punto, que los que participan en ellos se tapan, se esconden, van encapuchados.

Y no solo les tiran piedras a los policías, les tiran bombas molotov buscando lastimarlos, incluso matarlos. Sí, así como se oye. En alguna medida, el movimiento estudiantil colombiano que ha surgido en las universidades públicas en las últimas décadas busca matar policías y soldados. Esas son sus ambiciones y conquistas. A eso hemos llegado. Esas son las posturas ideológicas de lo que solía ser, en el mundo entero, una reserva clara, insobornable, de valores sociales y políticos: los jóvenes, los estudiantes. A esta degradación hemos llegado.

Años y años, los mismos encapuchados tirando piedras y botellas de gasolina, la misma imagen de hace cinco, diez, 15, 20, 30 años. El mismo tiempo perdido dolorosamente. Los mismos encapuchados dañando los locales, las vitrinas, los avisos públicos, los buses, las paredes, las ventanas, destruyendo lo que encuentren a su paso. Y una cosa muy grave y desmoralizadora: desconociendo los derechos de los demás. El derecho de miles y miles de personas a educarse, a transportarse, a caminar por un parque con unos niños…

Sí, le gente rendida de cansancio, caminando enormes distancias hasta su casa o hasta su trabajo. Todo porque estos “manifestantes” quemaron una tanqueta o un carro o una estación de Trasmilenio. Horas y horas el tránsito interrumpido y la gente cansada, derrotada ante el caos y la violencia desatados por estos ejemplares adulterados de la “lucha estudiantil”, que desdibujan los justos reclamos por una sociedad menos deshumanizada y desigual.

No estoy hablando de las marchas sociales que vimos en muchas ciudades del país hace cuatro y cinco años. No. Eso fue otra cosa. Eso tuvo legitimidad y unas justificaciones indiscutibles, y fue mayoritariamente pacífico. Ahí los que actuaron mal, mutilando, violando, asesinando, fueron los policías y el ejército. Esas protestas, ese “estallido social”, fue muy importante en la historia nacional.

Esto, no. Esta violencia delincuencial de esos estudiantes no tiene legitimidad alguna. Se me dirá que no son los estudiantes, que se han infiltrado unos subversivos. Pues no permitirlo, no prestar la universidad para eso, actuar con contundencia y no permitirlo. ¿O es que somos incautos todos?

Hace 35 años, el movimiento estudiantil, tanto público como privado, logró sacar adelante la llamada Séptima Papeleta y reformar la Constitución Nacional. ¡Nada menos! Esa sí es la fuerza del estudiantado colombiano. Estos encapuchados no.

QOSHE - Los encapuchados que tiran piedra hace 50 años - Gonzalo Mallarino Flórez
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Los encapuchados que tiran piedra hace 50 años

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01.05.2024

En las últimas semanas, han vuelto a salir estudiantes de universidades públicas a “tirar piedra”. En la Pedagógica, en la Nacional, en la Distrital. Llevamos años y años en eso. No se entiende qué reivindicaciones sociales y políticas están representadas en esos hechos que, en realidad, son meros actos de violencia. Son actos delincuenciales, eso es lo que son, no movilizaciones sociales. A tal punto, que los que participan en ellos se tapan, se esconden, van encapuchados.

Y no solo les tiran piedras a los policías, les tiran bombas molotov buscando lastimarlos, incluso matarlos. Sí, así como se oye. En alguna medida, el movimiento estudiantil colombiano que ha surgido en las universidades públicas en las últimas........

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