Los números de la encuesta de cultura política del DANE en 2023, recién publicados, reflejan, de manera significativa, más allá de opiniones, puntos de vista o intereses, lo que percibimos, pensamos, somos y sentimos en áreas como participación, democracia y elecciones y partidos. A punto de cumplirse dos años de la elección de un presidente autoproclamado como de izquierda es relevante registrar algunos cambios identificados.

Es justo y oportuno un reconocimiento al DANE por su rigor técnico y científico demostrado a lo largo del tiempo. Por su independencia y suficiencia técnica mostrada a través de diferentes gobiernos. Luego de ello conviene destacar que se trata de una encuesta con una base muy amplia que recogió, de manera completa, datos de 23.145 hogares y 64.770 personas.

Un primer aspecto significativo es la manera como evolucionan, en la era de la gran revolución científica y tecnológica y después de la pandemia, nuestras fuentes de información, fundamentales en la formación de la opinión. Para 2023 ha aumentado la influencia de las redes llegando a un 62,9 %, pero la televisión mantiene un 87,9 % y la radio un 49 %, mientras los periódicos -una audiencia más calificada que busca información responsable y de calidad, también con presencia en las redes aun no medida- mantiene un aceptable 24,4 %.

Un segundo dato importante trata de establecer las razones de la abstención indagando los motivos de las personas que no votaron. La razón más destacada considerada es el desinterés (40,1 %) seguida por “los candidatos prometen y no cumplen” (32,8 %) y “los políticos son corruptos” (28,4 %). Sorprendentemente solo un 21,2 % consideró que “los partidos o movimientos políticos no representan a los ciudadanos”, contraviniendo un precepto generalmente aceptado en círculos académicos. En este apartado la cifra de 41,2 % de ciudadanos que no votan por desinterés, confirma la teoría del elector racional según la cual votar, o dejar de hacerlo -lo que es diferente de las preferencias políticas- es el resultado de un análisis costo- beneficio por parte de cada elector, en particular y no, como generalmente se asume, como una señal de inconformidad con el sistema.

Un tercer aspecto para considerar es el de confianza institucional. Las Fuerzas Militares han perdido 12 puntos desde 2019 para situarse en un 24,9 %, un desgaste similar al de la Presidencia de la República que en el mismo periodo cayó desde 27,7 % hasta 15,2 % en 2023 mientras el Congreso perdió 5,9 puntos, con tendencia a mejorar en el último año, para llegar a un 10,7 %. Jueces y magistrados, también con tendencia ascendente en el último año, han perdido 3,5 % para situarse en un 12,8 %. Estas cifras permiten constatar una tendencia a la desinstitucionalización como consecuencia de las pugnas políticas; el nivel de amenazas y ofensas, y la creciente propensión a reemplazar las instituciones con “la calle”.

Otro hallazgo significativo se refiere a la satisfacción con el estado de salud de las personas, que, en una escala de 1 a 5 se han calificado con un mucho más que aceptable 4,3 que permanece estable entre 2019 y 2023, en plena pandemia. Esta cifra confirma que siempre necesitamos mejorar muchas cosas, entre ellos el servicio de salud, pero no era necesario hacerlo atropelladamente ni pagando tan alto costo institucional y aun pendientes, como estamos, de las consecuencias de su estatización por decreto.

Finalmente, vale la pena observar los desplazamientos en el espectro político medidos en torno a las posiciones ideológicas. Quienes se definen como de “derecha” aumentaron, aceleradamente, en un 33 % entre 2019 y 2023. El centro perdió desde 2021 un 8 % y la izquierda un 5 %, cifras que confirman la hipótesis, muchas veces expresada desde esta columna, según la cual el discurso polarizador del presidente le ha permitido mantener a buena parte de sus adeptos, pero lo ha alejado de electores de centro que le dieron la victoria en 2022, como se estableció en las elecciones regionales y se observa en sus cada vez menos espontaneas y menos nutridas movilizaciones.

@herejesyluis

QOSHE - Así hemos cambiado - Luis Carvajal Basto
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Así hemos cambiado

10 1
15.04.2024

Los números de la encuesta de cultura política del DANE en 2023, recién publicados, reflejan, de manera significativa, más allá de opiniones, puntos de vista o intereses, lo que percibimos, pensamos, somos y sentimos en áreas como participación, democracia y elecciones y partidos. A punto de cumplirse dos años de la elección de un presidente autoproclamado como de izquierda es relevante registrar algunos cambios identificados.

Es justo y oportuno un reconocimiento al DANE por su rigor técnico y científico demostrado a lo largo del tiempo. Por su independencia y suficiencia técnica mostrada a través de diferentes gobiernos. Luego de ello conviene destacar que se trata de una encuesta con una base muy amplia que recogió, de manera completa, datos de 23.145 hogares y 64.770 personas.

Un primer aspecto significativo es la manera como evolucionan, en la era de la gran revolución científica y tecnológica y después de la pandemia, nuestras fuentes de información, fundamentales en la formación de la opinión. Para 2023........

© El Espectador


Get it on Google Play