Entre nosotros las iniciativas culturales siempre han sufrido por presupuesto insuficiente y muchos muestran preocupación por lo que pasará este año. Aparte de casos, como algunos que sabemos, en que se dilapida el dinero público sin mostrar mayor cosa en cambio, la mayor parte de las entidades culturales en el país dependen en mucho del apoyo oficial. Lo malo es que casi nunca lo que da alcanza para cumplir con los planes y, de hecho, en muchas entidades el presupuesto alcanza para pagar los gastos de cada día, entre ellos los sueldos de los funcionarios, pero sin que puedan realizar ninguna labor. Como los mecenas privados, por muchas razones, entre ellas la falta de estímulos tributarios que sí existen en otras partes, se están acabando, uno debe ver con preocupación las consecuencias de las crisis financieras y esperar que no suceda que, como de costumbre, la cultura sea la primera sacrificada.

Claro que esto no es monopolio colombiano. Una de las víctimas inocentes de los problemas financieros que vive el mundo, por los malos manejos de quienes se supone que sabían y resultaron no sabiendo mucho más de lo que sabemos los ciudadanos del montón, ha sido la cultura. En efecto, las fuentes de financiación de la cultura se han ido secando poco a poco, ya que los presupuestos públicos de los diferentes países a quien primero sacrifican cuando hay problemas son a las cuestiones culturales y los mecenas privados tienen mucho problema propio como para poderse permitir subvencionar los eventos de la cultura.

Eso se ve desde el hecho de que las temporadas de teatro en los grandes centros del mundo, como el Broadway neoyorquino o el Soho londinense, están sufriendo por falta de inversores y por que el público simplemente no tiene dinero para asistir a esos espectáculos, hasta las limitaciones que están teniendo en todas partes instituciones culturales como orquestas, casas de ópera y museos que normalmente dependen en mucho para su funcionamiento del erario.

Ha habido voces que dicen que la cultura se tiene que financiar ella sola, pero lo cierto es que aún esta posibilidad ha llegado al límite. El caso de una entidad con tanto respaldo como el Museo de Arte Moderno de Nueva York , que ha tenido que cobrar por la entrada US$30 cuando en otros tiempos esa entrada era gratuita, ya es normal, pero con la presente situación económica, la asistencia de público ha disminuido notablemente y es claro que no se puede aumentar el valor cobrado. La cultura está sufriendo en todo el mundo, y eso es motivo de preocupación.

QOSHE - La cultura, la primera sacrificada - Manuel Drezner
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La cultura, la primera sacrificada

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06.02.2024

Entre nosotros las iniciativas culturales siempre han sufrido por presupuesto insuficiente y muchos muestran preocupación por lo que pasará este año. Aparte de casos, como algunos que sabemos, en que se dilapida el dinero público sin mostrar mayor cosa en cambio, la mayor parte de las entidades culturales en el país dependen en mucho del apoyo oficial. Lo malo es que casi nunca lo que da alcanza para cumplir con los planes y, de hecho, en muchas entidades el presupuesto alcanza para pagar los gastos de cada día, entre ellos los sueldos de los funcionarios, pero sin que puedan realizar ninguna labor. Como los mecenas privados, por........

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