La semana pasada comenzó a respirarse otro aire en el país. El presidente Petro invitó a la Casa de Huéspedes Ilustres de Cartagena a diez de los empresarios más importantes y poderosos de Colombia para que, sin puyas de por medio, almorzaran con él y con un reducido grupo de asesores entre los cuales se encontraba el ministro de Hacienda. Esto le da inicio a un camino constructivo en la relación entre el presidente y los empresarios, a varios de los cuales él se había dedicado a atacar de una forma que poco bien le hizo a la confianza que se necesita para que la inversión y la economía crezcan.

El ambiente de la reunión fue grato y distendido. Tanto el presidente como los empresarios hicieron a un lado sus prejuicios y se centraron en un propósito común: trabajar mancomunadamente para sacar adelante el país.

Fue así como se habló, como lo dijo este diario, de educación y su papel en la productividad, de inclusión territorial, de desarrollo productivo de la tierra, de impulso a la economía popular y de inclusión en el sistema financiero.

Pero, de manera más concreta, según relató el periodista Armando Neira, empresarios como Luis Carlos Sarmiento manifestaron su interés en promover el desarrollo de La Guajira; el grupo Ardila planteó implementar un modelo asociativo para la siembra de algunos frutales y así asegurar soporte técnico y comercialización con contratos de largo plazo; Harold Éder, presidente de Manuelita -como lo relató en Cambio el presidente de Alquería, Carlos Enrique Cavelier uno de los asistentes a la reunión-, propuso ampliar el puerto de Buenaventura en paralelo “a una Zona Franca Especial” como las creadas por Deng Xiaoping en el sur de China en 1979, con lo cual Shenzhen pasó de ser una aldea de 10.000 habitantes a un centro industrial sin igual en Asia, con 17 millones de habitantes. Y Cavelier, por su parte, dijo que Colombia puede “lograr la autosuficiencia lechera y en el mediano plazo convertir al país en un exportador neto de leche”, lo cual es vital porque así se sacaría de la pobreza a miles de pequeñas familias campesinas productoras, a través de mejoras en la productividad y con sistemas de producción competitivos y sostenibles.

En fin, en esa reunión hubo una lluvia de ideas brillantes y factibles de realizar y se acordó empezar a trabajar en mesas técnicas para llevar soluciones concretas a La Guajira, la Orinoquía y el Pacífico.

Y justamente en el desarrollo y en el trabajo juicioso de esas mesas técnicas está la esperanza de que prospere esa cooperación fundamental entre sector público y sector privado, la cual, justamente, es la que ha llevado a que China sea la potencia económica que es hoy.

Pero, por una parte, falta hacer reuniones similares con muchos otros empresarios importantes y, por otra, como lo anota Cavelier, todos esos proyectos y los mencionados por el presidente, “quedaron anotados en el cuaderno de Laura Sarabia”. Pero de allí debe pasarse muy pronto a tener unas mesas de trabajo y a asignar responsables con agendas y tiempos entre el gobierno y el sector privado. Sin ello, dice Cavelier, “podemos caer en que la foto de los medios el pasado miércoles quede solo como eso, una foto más”.

No obstante, lo fundamental del encuentro de Cartagena es que tanto el presidente como los empresarios parecen haberse dado cuenta de que se necesitan mutuamente y, solo si trabajan al unísono, el país podrá prosperar y ser menos desigual.

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QOSHE - Por ahí es la cosa, presidente - Patricia Lara Salive
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Por ahí es la cosa, presidente

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01.12.2023

La semana pasada comenzó a respirarse otro aire en el país. El presidente Petro invitó a la Casa de Huéspedes Ilustres de Cartagena a diez de los empresarios más importantes y poderosos de Colombia para que, sin puyas de por medio, almorzaran con él y con un reducido grupo de asesores entre los cuales se encontraba el ministro de Hacienda. Esto le da inicio a un camino constructivo en la relación entre el presidente y los empresarios, a varios de los cuales él se había dedicado a atacar de una forma que poco bien le hizo a la confianza que se necesita para que la inversión y la economía crezcan.

El ambiente de la reunión fue grato y distendido. Tanto el presidente como los empresarios hicieron a un lado sus prejuicios y se centraron en un propósito común: trabajar mancomunadamente para sacar adelante el país.

Fue así como se habló, como lo dijo este diario, de........

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