Hace unos días, El Espectador nos propuso que resaltáramos lo que nos une, en vez de aquello que nos enfrenta y nos polariza. Por eso hoy quiero destacar la aprobación por unanimidad, esta semana, en la Cámara de Representantes, del proyecto de la ley estatutaria que busca reformar la educación y establecerla como un derecho básico.

Si hay un propósito que puede unir al país y al que, con seguridad, nadie se opone, es el de conseguir que todos los colombianos tengan acceso a una educación de calidad.

Como me lo dijo el viceministro de educación, Óscar Sánchez, “es posible llegar a un acuerdo para que la educación sea un propósito nacional”. Prueba de ello fue la aprobación unánime del mencionado proyecto de ley que, según Sánchez, establece los siguientes acuerdos:

1. Que la educación de los cero a los seis años es un derecho y tiene que ser ofrecida por personal profesional en asocio con las familias y las comunidades. La ciencia ha demostrado, dice el viceministro, que en esos primeros años se forma físicamente el cerebro, hay neuro plasticidad, y si el niño no recibe estímulos adecuados -acceso a la literatura, a la exploración del medio, al lenguaje oral, al afecto, a la sensibilidad a través del juego, etc.-, el cerebro no se puede desarrollar. Entonces, es una prioridad invertir más en la educación inicial hasta los tres años a través de centros de cuidado, y luego, hasta los seis años, a través del prejardín, jardín y transición, en instituciones tanto oficiales como privadas.

2. Que la educación media mejore, principalmente en las zonas rurales, de modo que haya profesores especializados, residencias escolares, maestros en técnicas agrícolas y otras actividades propias del campo; y que se fortalezcan los vínculos con el Sena y la universidad. “Es que en Colombia hay una inequidad terrible en el acceso a la educación media,” dice Óscar Sánchez. “Y cuando los muchachos llegan a los 14 o 15 años, sobre todo en zonas rurales, desertan de la escuela y las coberturas bajan al 20 o 30 por ciento; y muchos de los chicos que terminan bachillerato no acceden a la educación superior porque salen muy mal preparados”, agrega.

3. Que en la educación básica primaria y secundaria, de primero a noveno grado, haya continuidad; que la educación esté acorde con los contextos culturales; que se respeten las lenguas indígenas y, fundamentalmente, que se reconozca el derecho a la formación integral, es decir, que no sólo se enseñen lectura, escritura y matemáticas, sino también arte, deporte, desarrollo socio emocional y ciudadano, educación ambiental y sexual y formas de participación ciudadana. Según Sánchez, el desarrollo integral le ha sido negado a la educación pública. Por ello se requieren más docentes, jornadas escolares más largas y que otros ministerios, como los de cultura y medio ambiente, también participen en los procesos de formación de los jóvenes.

4. Que se fortalezcan institucionalmente las entidades y colegios afectados por el conflicto armado y se construya una cultura de paz.

5. Y que se amplíe la planta docente y se les ofrezca una gran capacitación adicional a los maestros.

Definitivamente, trabajar por una educación de calidad, crea consenso. ¿Por qué el presidente Petro, en lugar de buscar tantas camorras, no convoca al país y prioriza su acción para lograr que haya una educación de calidad para toda la población? Así, en unos cuantos años, disminuiría de verdad la pobreza.

www.patricialarasalive.com

@patricialarasa

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Sí podemos llegar a acuerdos

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19.04.2024

Hace unos días, El Espectador nos propuso que resaltáramos lo que nos une, en vez de aquello que nos enfrenta y nos polariza. Por eso hoy quiero destacar la aprobación por unanimidad, esta semana, en la Cámara de Representantes, del proyecto de la ley estatutaria que busca reformar la educación y establecerla como un derecho básico.

Si hay un propósito que puede unir al país y al que, con seguridad, nadie se opone, es el de conseguir que todos los colombianos tengan acceso a una educación de calidad.

Como me lo dijo el viceministro de educación, Óscar Sánchez, “es posible llegar a un acuerdo para que la educación sea un propósito nacional”. Prueba de ello fue la aprobación unánime del mencionado proyecto de ley que, según Sánchez, establece los siguientes acuerdos:

1. Que la educación de los cero a los seis años es un derecho y tiene que ser ofrecida por........

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