En una pequeña crónica, Alfredo Serrano cuenta cómo en 1990 Yidis Medina trabajó en un programa del ejército en Barrancabermeja, donde “se formaron equipos entre mujeres y hombres para pavimentar las calles de la sede de Ecopetrol”. Poco después, Medina se desempeñó en oficios varios, en el palacio municipal. “Tuvo la suerte de iniciar su trabajo político con mujeres que barrían las calles de la ciudad... así ganó una curul en el Concejo en 1995″, le contó a la prensa Isaac Jiménez, otra figura de la política barrameja de ese momento.

En el ámbito nacional, Medina se hizo famosa cuando, tras pasar tres meses en el Congreso, participó en la Comisión Primera donde se debatía el proyecto de reelección presidencial y permitió que Álvaro Uribe accediera a un segundo mandato con un voto de último minuto. En la prensa de entonces trascendió el hecho de que la mujer, que carecía de pedigrí para ejercer en Bogotá, se hubiera encerrado en un baño con Uribe. “La escena del baño es que”, contó Medina en la radio, “cuando yo voy a Palacio con el señor Iván Díaz, en ese momento el presidente le dice a Iván: ‘déjeme yo hablo con ella’ y me dice: ‘hablemos aquí en el baño’ y me dice (también): ‘haga patria, mija querida, por favor, salve la patria, ayude para que la reelección se dé’”.

Con los meses, quedó claro que Medina votó a favor de la reelección a cambio de prebendas. “Tengo culpa y lo he reconocido en todos los escenarios de este país”, admitió antes de ser condenada en 2008 por cohecho a la pena de 47 meses de prisión. Un juzgado de Bucaramanga la condenó además a 32 años de prisión por secuestro extorsivo. Ante el escándalo, Uribe y aquellos en su círculo cercano tomaron distancia de tan bochornosa historia (si la escena del baño hubiera sido cierta, argumentó el expresidente, “debería estar yo hace mucho rato condenado por indignidad”). En un contexto de fuertes violaciones a los derechos humanos (de inauguración de las ejecuciones extrajudiciales), en que eran normales las relaciones estables entre las élites y los paramilitares, fue Yidis Medina la depositaria de la justicia y la cárcel. Quizá por tratarse de una mujer que, ante los ojos de los y las colombianas, no era merecedora de empatía, las condenas se apilaron sin que nadie dijera mucho.

La semana pasada, Aída Victoria Merlano fue condenada a 13 años de prisión por uso de menores y cómplice de fuga de su mamá, la excongresista Aída Merlano Rebolledo. La justicia señaló que Aída Victoria, de 23 años, “usó a su hermano”, de 17 años, para transportar la “cuerda para que su mamá saltara de la ventana”. Merlano Rebolledo, por su parte, tiene vigente una condena de 11 años de cárcel por corrupción al sufragante, concierto para delinquir y porte de armas de fuego de defensa personal y cinco años por el delito de violación de los topes o límites de gastos en campañas electorales.

La raíz de los problemas de las Merlano rodean a la familia Char. De hecho, Merlano Rebolledo es la principal testigo en contra de procesos contra Arturo y Alejandro Char por delitos electorales, corrupciones varias y, en el caso de Alejandro, secuestro y violación. Mientras que la madre trabajó como mochilera, compradora de votos y estuvo en amoríos con políticos locales (incluyendo un Char), la hija ha tratado de hacer carrera como influenciadora. En un contexto de corrupciones electorales rampantes, las Merlano son las depositarias de la justicia y la cárcel. Quizá por tratarse de mujeres que, ante los ojos de los y las colombianas, no son merecedoras de empatía, las condenas se apilan sin que nadie diga mucho.

Vale recordar que, en 2018, la justicia estableció que Yidis Medina no participó en ningún secuestro. Por el contrario, fue víctima de montajes judiciales por parte del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), por lo que el Estado deberá pagarle 100 salarios mínimos de reparación.

QOSHE - La parábola de Yidis - Tatiana Acevedo Guerrero
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La parábola de Yidis

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31.03.2024

En una pequeña crónica, Alfredo Serrano cuenta cómo en 1990 Yidis Medina trabajó en un programa del ejército en Barrancabermeja, donde “se formaron equipos entre mujeres y hombres para pavimentar las calles de la sede de Ecopetrol”. Poco después, Medina se desempeñó en oficios varios, en el palacio municipal. “Tuvo la suerte de iniciar su trabajo político con mujeres que barrían las calles de la ciudad... así ganó una curul en el Concejo en 1995″, le contó a la prensa Isaac Jiménez, otra figura de la política barrameja de ese momento.

En el ámbito nacional, Medina se hizo famosa cuando, tras pasar tres meses en el Congreso, participó en la Comisión Primera donde se debatía el proyecto de reelección presidencial y permitió que Álvaro Uribe accediera a un segundo mandato con un voto de último minuto. En la prensa de entonces trascendió el hecho de que la mujer, que carecía de pedigrí para ejercer en Bogotá, se hubiera encerrado en un baño con Uribe. “La........

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