En este mundo de guerras, violencia, insultos, corrupción, crímenes, que resaltan el feminicidio, aberraciones sexuales, contrastan los grandes desarrollos tecnológicos, avances científicos, y educativos. Resulta, no solo controvertido, sino triste, y rechazable, que una reforma a la salud tenga bandos, que defienden por un lado una línea gubernamental y, por el otro lado, expresidentes, exministros y viceministros, enfrentados en una lucha sin cuartel, esperando que, al final el Senado, defina una diferencia, a favor de cualquiera de las partes en disputa, rapiña De otra parte, el pueblo, espera la decisión de los grandes contradictores. Y un grupo de trabajadores, mira como pasan los insultos y diferencias en salud, sin participar, rapiña. Los primeros, que necesitan de la salud, y los últimos, aquellos que hemos entregado la vida para entender, conocer y definir los caminos de la salud, en prevención y en la enfermedad.

Algunos puntos de aproximación en salud, serían mayormente tecnológicos y científicos, y la discusión podría encontrar un consenso, o normas de manejo, para lo cual, los trabajadores sanitarios seguimos gastando nuestras vidas, en medio de bajos ingresos y una inflación creciente, sin alcanzar reconocimientos dignos en el trabajo.

Recientemente, reclamos de un grupo, de ministros y vices, reclamaron, entre otros, falta de recursos, limitación en la atención, procedimientos, tratamientos, o suministro de medicamentos. Dudas, en el aumento de la construcción de los Centros de Atención Primaria en Salud y, la demanda interpuesta por el Ministerio de Salud contra 21 EPS, mediante una acción de cumplimiento.

Las quejas y otros puntos de desacuerdos, no han sido debatidos, como se debe, con verdaderos argumentos, y participación más técnico-científica, que política, para esperar mejores resultados.

Continúa, esta semana, la discusión en el Senado, cualquier cosa puede pasar. El orden en la discusión y la presentación para llegar a una buena aprobación, con conocimiento de causa no es muy probable, ya que ni las personas, ni los pacientes, y menos los trabajadores de la salud, estarán presentes

Se está despreciando una gran oportunidad, de hacer una reforma, que en realidad es necesaria, pero que, de seguir el camino actual, será una derrota para los pacientes, personas con muchas necesidades insatisfechas y, para los trabajadores sanitarios, conocedores de los problemas de fondo. En estos últimos, por no existir logros pendientes, para mejorar sus condiciones laborales, facilidades educativas, impulso a la investigación, becas y patrocinios o con posibles exenciones en la parte de impuestos y facilidades, como en transporte, cultura, educación familiar y otros.

Las condiciones en la prestación de los servicios de salud, sobre todo, en las personas de bajos recursos, debe ser garantizada no solamente en volumen, sino también en calidad, lo que no se observa definido en la reforma propuesta.

La lucha sigue siendo por el poder de los presupuestos, que cuentan con una mala experiencia en manos del gobierno y en la forma actual, deberíamos buscar una propuesta intermedia, (Abad Gómez, Mesoismo), para buscar una verdadera auditoría y cumplimiento de las partes, y así, garantizar los principios de aseguramiento, solidaridad y equidad en los servicios.

@49villanueva

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Salud: ¿Lucha o rapiña? | Columna de Álvaro Villanueva

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26.01.2024

En este mundo de guerras, violencia, insultos, corrupción, crímenes, que resaltan el feminicidio, aberraciones sexuales, contrastan los grandes desarrollos tecnológicos, avances científicos, y educativos. Resulta, no solo controvertido, sino triste, y rechazable, que una reforma a la salud tenga bandos, que defienden por un lado una línea gubernamental y, por el otro lado, expresidentes, exministros y viceministros, enfrentados en una lucha sin cuartel, esperando que, al final el Senado, defina una diferencia, a favor de cualquiera de las partes en disputa, rapiña De otra parte, el pueblo, espera la decisión de los grandes contradictores. Y un grupo de trabajadores, mira como pasan los insultos y diferencias en salud, sin participar, rapiña. Los primeros, que necesitan de la salud, y los últimos, aquellos que hemos entregado la vida........

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