La organización de los Juegos Panamericanos 2027 fue tan desorganizada que Colombia perdió el juego mucho antes de que este iniciara. Todos los involucrados en la fallida planeación se han lanzado la pelota, que rebota de un lado a otro mientras la imagen y la credibilidad del país quedan en entredicho a nivel internacional. Pase lo que pase al final de este capítulo que incluso a los ciudadanos nos hace sentir avergonzados por la desidia de nuestros gobernantes, por lo menos, el Gobierno debería anotar con cuidado varias lecciones o enseñanzas para la posteridad.

Ahora, la Contraloría y la Procuraduría General de la Nación buscan establecer responsables en lo que podría considerarse la primera gran vergüenza nacional de 2024 de cara al mundo. Sin embargo, ya el descuido gubernamental hizo lo suyo y, sin merecerlo, el país es víctima de una gran falta de proyección que nos aleja de ser los anfitriones de un enorme evento deportivo que no solo le dejaría a Barranquilla -ciudad que se había establecido como sede de los Panamericanos 2027-, sino también al país entero múltiples ganancias.

Aunque la firma Panam Sports insistió hasta el último momento de 2023 en que Colombia definiera por completo la financiación de la vigésima edición de los Panamericanos, eso de nada sirvió. Y con la pérdida de esta partida, todos dejamos de ganar. En primera instancia, con este juego perdido han sido los deportistas del país los más afectados; porque para ellos la realización de un evento de este talante en Colombia, seguramente, representa más que un sueño. Da pena pensar que por culpa de la dejadez gubernamental o de la falta de seriedad del Estado en asuntos que deberían tratarse con mayor sensatez, cientos de talentosos exponentes del deporte colombiano no podrán sentir el orgullo de participar en una de las más importantes gestas deportivas a nivel mundial vestidos con el tricolor nacional en su propia tierra.

Si ya estaban disponibles los ocho millones de dólares con que se sellaría lo pactado con Panam Sports, ¿por qué no se giraron a dicha entidad según el plazo estipulado? Aunque la respuesta a esta sencilla pregunta pueda quedar por siempre en el aire, llorar sobre la leche derramada nunca será la mejor opción. Por ahora, lo que sí hay que hacer con esta bochornosa historia es no ignorar la moraleja que ha dejado, la cual se resume muy bien en esta frase que en el Siglo de Oro escribió el filósofo español Baltasar Gracián: «La confianza es madre del descuido».

QOSHE - Juego perdido | Columna de Catalina Rojano O. - Catalina Rojano
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Juego perdido | Columna de Catalina Rojano O.

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07.01.2024

La organización de los Juegos Panamericanos 2027 fue tan desorganizada que Colombia perdió el juego mucho antes de que este iniciara. Todos los involucrados en la fallida planeación se han lanzado la pelota, que rebota de un lado a otro mientras la imagen y la credibilidad del país quedan en entredicho a nivel internacional. Pase lo que pase al final de este capítulo que incluso a los ciudadanos nos hace sentir avergonzados por la desidia de nuestros gobernantes, por lo menos, el Gobierno debería anotar con cuidado varias lecciones o enseñanzas para la posteridad.

Ahora, la Contraloría y la Procuraduría General de la........

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