En esta primera semana del tiempo pascual se han tomado importantes decisiones relacionadas con el sector de la salud en nuestro país. Por limitaciones de espacio propias de esta columna, me centraré en tres acontecimientos que, hasta el momento de redactar estas líneas, considero serán cruciales en el funcionamiento de nuestro Sistema General de Seguridad Social en Salud.

La Superintendencia Nacional de Salud intervino a Sanitas, la segunda EPS con mayor número de afiliados en Colombia, por el incumplimiento de indicadores definidos en decretos reglamentarios, entre los que se incluyen: número de reclamaciones por cada 10.000 afiliados, aumento en la cartera no atendida con su red de prestadores, y la incapacidad de la empresa para equilibrar su operación corriente, generando un impacto negativo en la calidad de los servicios prestados a la población afiliada.

Posteriormente, se procedió a intervenir a la Nueva EPS, que con cerca de 11 millones de usuarios, lidera en número de afiliados en el país. Esta EPS tiene presencia en todos los municipios de Colombia, y en muchos de ellos, especialmente en zonas apartadas de nuestra geografía, es la única opción de atención en salud disponible. Las razones detrás de esta intervención fueron similares a las de Sanitas, con la particularidad de que el Estado colombiano posee un número importante de las acciones de esta entidad.

Estas medidas de intervención, sumadas a las ya existentes, otorgan al Gobierno el control sobre la administración de las EPS que atienden a más de la mitad de la población colombiana.

Todos los colombianos esperamos que, con las capacidades técnicas y de gestión adecuadas, y ya sin poder hacer responsable a gobiernos anteriores, el ente interventor logre convencer a usuarios y proveedores de la viabilidad de la operación del sistema de salud propuesta por el ejecutivo, tanto en términos financieros como de calidad en la atención.

Por último, mientras aún se analizaban las repercusiones de estas intervenciones, se anunció que la Comisión Séptima del Senado archivó el proyecto de ley que buscaba una reforma estructural del sistema de salud, sumándose este a los intentos fallidos de gobiernos anteriores.

Tras el archivo del proyecto de reforma, y considerando la posibilidad de implementar algunos cambios mediante resoluciones y decretos, es crucial que el Gobierno evalúe con responsabilidad el tamaño de la apuesta que está haciendo. De no lograr mejorar los resultados en salud y la situación financiera de las entidades ahora bajo su gestión, no solo perderá capital político, sino que también será el gran responsable de un posible retroceso en los logros en salud y bienestar de la población.

PD: Con más de dos años restantes en este período presidencial, es deseable que el ejecutivo y la oposición cedan en su radicalización y capitalicen la sensibilización generada en la población en torno al sistema de salud como un logro social.

Aprobar un proyecto que realice la necesaria reforma estructural del sistema, logrado a través de un consenso amplio que incluya a todos los sectores, podría convertir, lo que tiene todas las características de una derrota, en el mayor logro social del actual gobierno.

@hmbaquero

hmbaquero@gmail.com

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El que rompe, lo paga | Columna de Hernando Baquero Latorre

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05.04.2024

En esta primera semana del tiempo pascual se han tomado importantes decisiones relacionadas con el sector de la salud en nuestro país. Por limitaciones de espacio propias de esta columna, me centraré en tres acontecimientos que, hasta el momento de redactar estas líneas, considero serán cruciales en el funcionamiento de nuestro Sistema General de Seguridad Social en Salud.

La Superintendencia Nacional de Salud intervino a Sanitas, la segunda EPS con mayor número de afiliados en Colombia, por el incumplimiento de indicadores definidos en decretos reglamentarios, entre los que se incluyen: número de reclamaciones por cada 10.000 afiliados, aumento en la cartera no atendida con su red de prestadores, y la incapacidad de la empresa para equilibrar su operación corriente, generando un impacto negativo en la calidad de los........

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