Esta semana ha estado en jaque la salud de los Colombianos. Parece que estamos en una partida de ajedrez, donde nos jugamos el sistema de salud. Por un lado, la Comisión Séptima del Senado ha hundido el proyecto de reforma al sistema de salud impulsado por el Gobierno Nacional.

Mientras se debatía esta reforma, la Superintendencia Nacional de Salud tomó una decisión drástica: intervenir la EPS Sanitas, una de las más grandes del país. Esto significa que el Gobierno asumirá su administración, destituyendo al representante legal, la junta directiva y la asamblea de accionistas de Sanitas. ¿Qué está pasando?

Recordemos que las EPS son prestadoras de servicios de salud privadas y que Sanitas cuenta con aproximadamente 5,7 millones de afiliados, según la superintendencia. Pero la sorpresa no termina ahí, porque la misma medida se ha tomado con respecto a la EPS más grande del país, Nueva EPS, que tiene más de 11 millones de colombianos afiliados. Y todo esto sucede justo después de que el Senado hundiera la reforma propuesta. ¿Coincidencia? ¿Presión política?

Es momento de cuestionarnos si estas intervenciones son simplemente el resultado de una casualidad en el tiempo o si hay una estrategia detrás para evitar que se sigan hundiendo las reformas propuestas por el Gobierno Nacional. No podemos ignorar que el sistema de salud en Colombia tiene sus fallos, eso es innegable.

Pero ¿son las soluciones propuestas por el Gobierno realmente efectivas o son medidas arbitrarias que ponen en peligro no solo el sistema de salud, sino la vida misma de los colombianos?

Es fácil perderse en el torbellino de noticias y el debate político, olvidando que detrás de cada decisión hay vidas humanas en juego. Necesitamos respuestas claras y soluciones reales, no movimientos políticos que pongan en riesgo la estabilidad de un sistema tan fundamental como es el de la salud.

No podemos permitirnos ser indiferentes ni conformarnos con medidas improvisadas. Es hora de exigir transparencia, eficacia y, sobre todo, el respeto por el derecho fundamental a la salud, integridad y a la vida misma de todos los ciudadanos colombianos.

Esta semana ha sido un recordatorio de que la salud es un bien preciado que no puede estar sujeto a juegos políticos o intereses particulares. Es hora de actuar con responsabilidad, no permitamos que se haga jaque mate.

@CancinoAbog