El derecho penal es una disciplina que se encarga de regular las conductas que atentan contra los bienes jurídicos más importantes de la sociedad. En este ámbito, la defensa y la representación de víctimas son dos roles fundamentales que buscan garantizar la protección de los derechos de las personas involucradas en un proceso penal.

Como abogado penalista, tengo la oportunidad de trabajar en ambos roles. Por un lado, represento a personas acusadas de delitos, y por otro lado, represento a víctimas de delitos. En este sentido, he tenido la oportunidad de reflexionar sobre el equilibrio que debe existir entre estos dos roles.

La defensa es un derecho fundamental que se encuentra consagrado en la Constitución Política de Colombia. Este derecho garantiza que toda persona acusada de un delito tenga derecho a un abogado que la represente y la defienda. El abogado defensor tiene la tarea de velar por los intereses de su cliente. En este sentido, el defensor debe garantizar que se le respeten todas las garantías procesales a su cliente, así como apegarse a la ley en el ejercicio de su defensa.

Por otro lado, el apoderado de víctimas tiene la responsabilidad de representar los intereses de las personas que han sido víctimas de un delito. En este rol, el apoderado debe procurar que se pueda obtener verdad, justicia y reparación para las víctimas.

El apoderado de víctimas tiene la obligación de respetar los derechos de todas las partes involucradas en el proceso penal, incluyendo el derecho a la presunción de inocencia del acusado Si el apoderado de víctimas tiene elementos de juicio que le permiten inferir que el acusado es inocente, no debe perseguir su condena. Por el contrario, debe buscar que se le respeten los derechos del acusado y que se le garantice un proceso justo.

El equilibrio entre la defensa y la representación de víctimas es un tema delicado que requiere de un alto sentido de ética por parte de los abogados que desempeñan estos roles. Los abogados deben estar comprometidos con la defensa de los derechos de sus clientes, pero también deben respetar la ley y los derechos de las demás personas.

Encontrar un equilibrio entre estos dos roles es un desafío complejo, pero es esencial para garantizar que se respeten los derechos de todas las partes involucradas en un proceso penal. En última instancia, el equilibrio entre la defensa y la representación de víctimas depende del juicio y la ética de los abogados involucrados.

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La defensa y la representación de víctimas | Columna de Iván Cancino

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09.12.2023

El derecho penal es una disciplina que se encarga de regular las conductas que atentan contra los bienes jurídicos más importantes de la sociedad. En este ámbito, la defensa y la representación de víctimas son dos roles fundamentales que buscan garantizar la protección de los derechos de las personas involucradas en un proceso penal.

Como abogado penalista, tengo la oportunidad de trabajar en ambos roles. Por un lado, represento a personas acusadas de delitos, y por otro lado, represento a víctimas de delitos. En este sentido, he tenido la oportunidad de reflexionar sobre el equilibrio que debe existir entre........

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