Con un país atento a exigir resultados frente al secuestro, no ha sido fácil el quinto ciclo de negociaciones con el ELN, convirtiéndo esta ronda en decisiva y obligada a lograr una respuesta satisfactoria.

El ELN debe entender que esa respuesta es la liberación de secuestrados y el abandono de ese delito, porque transgrede una línea roja de la delegación gubernamental, está proscrito en el DIH, incorporado al Acuerdo de Cese al Fuego firmado, porque es un delito de lesa humanidad y por el sufrimiento causado a los colombianos.

Millones marcharon en su contra en 2008, y lo harán de nuevo, sin que se trate de una amenaza extorsiva, sino de la exigencia de un pueblo, hoy acompañado por la Procuraduría y la Defensoría, reclamando resultados al jefe de la delegación y hoy alto consejero para la Paz, Otty Patiño. Se trata de un clamor al que el ELN no puede hacer oídos sordos, pues está en juego la continuidad del proceso.

La postura de la delegación es unánime e inalterable frente al secuestro. “En eso estamos”, a pesar de los esfuerzos del ELN por justificarlo en la Mesa y desde afuera: “El ELN no hace secuestros…”. La racionalidad debe volver a la Mesa y el camino es admitir que el secuestro es un error histórico y un obstáculo a la paz.

Con Otty como alto consejero, se perciben nuevos lineamientos. Frente al secuestro ha sido tajante: “Una persona retenida contra su voluntad por un beneficio económico es un secuestrado, punto”.

Hay 2 temas fundamentales para darle un giro a las negociaciones. El primero, que “La paz es territorial o no es”; y el segundo, “No podemos tener política de paz distinta para cada actor, sino una sola política…”, “hay que mirar más territorios, que actores”.

Este reconocimiento de que Colombia es regionalmente diversa hasta en la combinación de sus violencias es de un pragmatismo que me permite pensar en mejores momentos para la negociación.

Quienes vivimos en democracia y apreciamos la libertad, entendemos que, por encima de la delegación y el gobierno, es la sociedad la que rechaza el secuestro.

Quienes vivimos en democracia y no imponemos con armas o dictaduras, sino que persuadimos con diálogo y argumentos, esperamos persuadir al ELN a comprender que el secuestro no es un camino hacia la paz.

He releído el Acuerdo de “Puerta del Cielo”, firmado en Maguncia, Alemania, en 1998, ¡hace 25 años!, pensando en que, con el ELN, parece que el tiempo pasa…, pero nada pasa.

Colombia clama por que algo pase y nos acerquemos a la paz. Esperamos que el ELN lo comprenda.

@jflafaurie