La Corte Constitucional recibió una demanda contra el Código Civil colombiano en la que se solicitaba eliminar la causal para el divorcio del consumo habitual de drogas con el argumento de que esto era parte del libre desarrollo de la personalidad.

En su fallo, la Corte hizo énfasis en que el desarrollo de la libre personalidad es un derecho que especifica que el Estado no puede intervenir en las acciones y planes de vida de las personas, cuando estas decisiones sólo tienen efecto en ellas. Pero en este caso, este consumo sí tiene consecuencias negativas para las personas que rodean al consumidor. Las principales son:

1. Deterioro de relaciones: El consumo habitual de drogas puede poner tensión en las relaciones familiares, amistades y relaciones románticas. La confianza puede verse erosionada, y pueden surgir conflictos constantes debido al comportamiento impredecible del consumidor habitual de drogas.

2. Impacto emocional: Las personas cercanas al consumidor de drogas pueden experimentar una amplia gama de emociones, como preocupación, ansiedad, ira o frustración. Pueden sentirse impotentes para ayudar al consumidor y pueden experimentar un estrés significativo.

3. Problemas financieros: El consumo de drogas puede llevar a problemas financieros para el consumidor y sus seres queridos. Las personas cercanas pueden verse obligadas a asumir una carga financiera para apoyar al consumidor o hacer frente a las consecuencias económicas del consumo de drogas, como multas o pérdida de empleo.

4. Aislamiento social: Los consumidores de drogas a menudo se retiran socialmente y pueden perder interés en actividades que solían disfrutar, lo que puede llevar al aislamiento social tanto para ellos como para las personas cercanas. Esto puede resultar en la pérdida de conexiones sociales y un sentimiento de soledad.

5. Riesgos para la salud y seguridad: Las personas cercanas al consumidor de drogas pueden preocuparse por su salud y seguridad. El consumo de drogas puede aumentar el riesgo de lesiones, enfermedades o sobredosis, lo que puede generar una preocupación constante y miedo por el bienestar del consumidor.

6. Estigmatización y juicio: Las personas cercanas al consumidor de drogas pueden enfrentarse al estigma social y al juicio de otros. Pueden sentir vergüenza o culpa por la situación y pueden experimentar discriminación o rechazo por parte de otros debido a la asociación con el consumo de drogas.

Teniendo esto en cuenta es posible ver el acierto de la Corte Constitucional cuando determinó que el uso habitual de sustancias alucinógenas seguirá siendo considerada como una causal de divorcio, excepto cuando un médico lo haya prescrito con fines para un tratamiento.

@drjosegonzalez