Al cierre de 2023, el país consolidó una demanda por bienes extranjeros de US$62.796.636 miles de dólares CIF y demarcó una caída del 18% explicado en gran medida por un pronunciado desplome en la demanda de bienes manufacturados.

Los productos menos demandados con mayor participación en esta baja de las importaciones son particularmente los vehículos de carretera, equipo TIC y de sonido, hierro y acero y plásticos en formas primarias, lo que al final es un espejo de los sectores más decaídos actualmente.

La venta de vehículos no pasa por su mejor momento, en parte por el aumento de los precios de los automotores y de paso del combustible. Por su parte el hierro y acero, insumos principales en el proceso constructivo no encuentran eco en un sector que atraviesa uno de sus momentos más difíciles y el plástico que es usado principalmente en la industria alimenticia, bebidas y aseo, permaneció la mayor parte del año pasado con un opaco rendimiento.

Otras de las razones que explican este movimiento descendiente en la demanda por productos importados son los factores externos como la guerra en Ucrania que aumentó los precios de las materias primas y la reciente tensión en la franja de gaza que ha puesto en riesgo el comercio por el mar rojo.

Adicionalmente 2023, estuvo inundando de varios cambios regulatorios en materia de importación en donde se establecieron aranceles del 5% a la azúcar de caña, a la leche y derivados con los países con los que no se tiene acuerdo comercial, así también dispuso de un arancel del 0% a la importación de vehículos de automotores ensamblados en el país, y establecido aranceles a productos como arroz, maíz, trigo, soya y carne de cerdo, con la intención de proteger la industria nacional, además de la anunciada revisión de los acuerdos comerciales, entre otros con Estado Unidos, principal socio comercial del país, generan un ambiente de incertidumbre para los importadores.

Finalmente, el descenso del déficit de la balanza comercial a costa de una caída de las importaciones no es particularmente algo a celebrar en un contexto que solo deja ver la debilidad de la demanda interna con un incremento de las exportaciones que pasa más por moderado que por extraordinario, en un país donde la política proteccionista sacrifica al cliente final y le resta competitividad a los negocios en un entorno que exige la incorporación en las cadenas globales de valor agregado y la oportunidad de agregarle valor a los bienes importados buscando una mayor especialización.

*Directora ejecutiva Lonja de Propiedad Raíz de Barranquilla