Google está tan enquistado en nuestros subconscientes que para muchos es la única interfase que hemos utilizado para responder preguntas sobre el mundo o buscar cualquier cosa en línea. Su modelo de negocio es tal vez uno de los más exitosos en la historia empresarial. Hoy la empresa tiene una valoración de mercado que supera los US $2 trillones y en el primer trimestre de 2024 generó casi US $24 mil millones de utilidades con ingresos de US $80 mil millones, que representa un crecimiento de 15% en comparación al año anterior. Estos son números extraordinarios para una empresa consolidada.

Al mismo tiempo, en los últimos meses la entidad ha estado enfrentándose a dos de los retos más complejos que ha tenido en sus 25 años de existencia. En primera instancia los embates de las agencias regulatorias de USA con un caso emblemático que el Departamento de Justicia del gobierno estadounidense emprendió en contra de Alphabet, la matriz de Google, argumentando que el gigante tecnológico es un monopolio que rompió la ley y abusó de su poder de mercado ilegalmente para incrementar sus ganancias.

Adicionalmente, y tal vez de mayor trascendencia para el futuro del negocio de búsquedas por internet, está la explosión de la inteligencia artificial generativa como herramienta poderosa para sintetizar información y cambiar la manera en que las personas interactúan con ella. Esta coyuntura ha puesto a temblar los cimientos de Google, obligándola a hacer cambios importantes en los algoritmos de búsqueda, reorganizando la estructura organizacional en torno la IA y a lanzar su propio modelo, Gemini AI, para intentar capitalizar la oportunidad.

De la mano del crecimiento exponencial en la IA generativa aparecen también nuevos contenedores cuyo foco explícito es competir directamente con Goliat. Tal es el caso de Perplexity AI, una startup que ya está valorada en aproximadamente US$ 3 mil millones, y que al hacerle cualquier pregunta hace un barrido por diferentes modelos LLMs y arroja un resumen breve, con los links a las fuentes de referencia que utilizó para desarrollar la respuesta. Adicionalmente, dependiendo de la cuestión, la misma plataforma hace preguntas que ayuden darle un foco más preciso a sus respuestas. Esto hace la interacción cada vez más conversacional y fluida y nos pone a pensar si será la nueva manera de relacionarnos con la Web.

No hay duda que tendremos Google para rato y que este titán está en capacidad de adaptarse a las nuevas realidades, al mismo tiempo serán muchos los retos que tendrá que abordar en su siguiente cuarto de siglo.