Cuando se cuente la historia, especialmente la de los últimos veinticuatro años, se tiene que decir la verdad, porque ahora los sucesos son fácilmente comprobables.

Vivimos en una “Tierra de Gracia”. Otrora comparada con el Edén, país inmenso que dio cobijo a propios y a extraños, a personas que huían del Holocausto, de persecuciones políticas, de sistemas económicos fracasados y desfasados, o simplemente venían a Venezuela en búsqueda de un mejor bienestar económico y social, a satisfacer las ansias de vivir en “libertad y en democracia”, allá, cuando éramos tan buscados como el llamado…

“SUEÑO AMERICANO, LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA”.

Dios nos benefició al hacernos ductores de nuestro propio albedrío… de la libertad; y nos concedió innumerables recursos materiales, entre otros, una gran variedad de riquezas: minerales; oro, diamantes, hierro, bauxita, coltán, las mayores reservas de hidrocarburos y muchos más. Combustibles fósiles (altamente contaminantes), como el gas y el Petróleo; costas marítimas abastecedoras de alimentos y de exuberante belleza; montañas y llanos; Nieves eternas y desiertos, como lo son los médanos de Coro o las dunas llaneras y, selvas con regiones hasta ahora inexploradas; Clima tropical, agua dulce abundante, lo que nos hace ser el séptimo reservorio del vital líquido en el mundo, tierras óptimas para la agricultura y la ganadería… para la producción de alimentos. Etc., etc.

Nuestro sistema educativo logró ser ejemplo para el resto del globo terráqueo y así lo han demostrado profesionales, técnicos, y hasta la mano de obra especializada, todos formados en nuestras escuelas, colegios, liceos, universidades, Escuelas Técnicas y hasta en el Instituto Nacional de Capacitación Educativa, INCE; cuya sapiencia se ha impuesto en los distintos países donde, la situación inclemente que enfrentaron, los hizo emigrar y, en ellos lograron ocupar lugares privilegiados en las diferentes ramas en las que se han desempeñado. Sector económicamente productivo, integrado por una juventud plenamente capacitada y pujante, que es necesaria e indispensable para recuperar el sitio que ocupamos cuando se decía que Venezuela iba en camino a ser un país altamente desarrollado.

Pero el sistema económico impuesto la ha acorralado y de manera desesperada se ha integrado a la diáspora que nos destruye, en búsqueda de un mejor bienestar social, de seguridad y/o de poder enviar algunas remesas en dinero, alimentos y/o medicinas para sus familiares que han quedado a la deriva.

Analizando algunas cifras, “presumo” qué tienen grandes fallas de información, y/o errores en los números sobre el destruido sistema productivo del país, evidentes contradicciones. Algunos organismos de control como son la Fiscalía y la Contraloría General de la República, y/o, la Defensoría del Pueblo, deberían hacer un seguimiento a las declaraciones de algunos funcionarios que contradicen la realidad y, aparentemente, son demostración fehaciente de la incorrecta utilización de los fondos públicos, en contra de algunos sectores productivos. ¿Por qué no se hace? Un sabio proverbio expresa:

“Desconfía del hombre que sabe cuál es su responsabilidad y no la cumple, pues es como el caballo de bronce, que siempre tiene la pata levantada, pero, nunca da el paso”.

“Supongo” que son muchas las cosas que se tienen que averiguar, para parar la destrucción, y el exterminio, sobretodo, de los sectores industrial y comercial, y luego llegar a la producción primaria, o sea la producción de alimentos, como un sistema económico que es, ahora cuando se presume que continuarán los tiempos borrascosos, con la producción petrolera en franca inestabilidad, como resultado del deterioro de la magna industria del país, que ha tenido como resultante la escasez de los combustibles necesarios para el transporte y la producción: Gasolina, gasoil, y gas, aunados a la destrucción del sistema eléctrico nacional demostrado con los constantes y continuos cortes de electricidad, realizados hasta por más cinco horas continúas, y los medios de producción alternativos destruidos, obligatoriamente, tenemos que ser realistas sin dejar de ser optimistas; lo demás, sería ser fantasioso.

Así como expresó don Rómulo Betancourt (Palabras más, palabras menos) …

Venezuela cuando necesitó a sus libertadores… ¡Los parió, no los importó!

Estoy seguro que esta, mi amada Patria… ¡Venezuela!, dispone del “Capital Humano” y de los recursos necesarios y suficientes como para que, en corto tiempo, podamos recordar lo descrito como una pesadilla superada y, en libertad y en democracia, hayamos emprendido la recuperación del bienestar social que nos caracterizaba…

“En la fe esta la verdadera vida”, es por ello que les deseo…

Feliz año a todos cuantos nos han apoyado, especialmente a la gran familia de:

“EL IMPULSO”, próximo a celebrar sus primeros ciento veinte años (120 años) de fundado…

A ustedes, los lectores… son nuestra razón de ser.

Maximiliano Pérez Apóstol

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Red de Instituciones Larenses: ¡Reflexiones de fin de año! #27Dic

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27.12.2023

Cuando se cuente la historia, especialmente la de los últimos veinticuatro años, se tiene que decir la verdad, porque ahora los sucesos son fácilmente comprobables.

Vivimos en una “Tierra de Gracia”. Otrora comparada con el Edén, país inmenso que dio cobijo a propios y a extraños, a personas que huían del Holocausto, de persecuciones políticas, de sistemas económicos fracasados y desfasados, o simplemente venían a Venezuela en búsqueda de un mejor bienestar económico y social, a satisfacer las ansias de vivir en “libertad y en democracia”, allá, cuando éramos tan buscados como el llamado…

“SUEÑO AMERICANO, LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA”.

Dios nos benefició al hacernos ductores de nuestro propio albedrío… de la libertad; y nos concedió innumerables recursos materiales, entre otros, una gran variedad de riquezas: minerales; oro, diamantes, hierro, bauxita, coltán, las mayores reservas de hidrocarburos y muchos más. Combustibles fósiles (altamente contaminantes), como el gas y el Petróleo; costas marítimas abastecedoras de alimentos y de exuberante belleza; montañas y llanos; Nieves eternas y desiertos, como lo son los médanos de Coro o las dunas llaneras y, selvas con regiones hasta ahora inexploradas; Clima tropical, agua dulce abundante, lo que nos hace ser el séptimo reservorio del vital líquido en el mundo, tierras óptimas para........

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