Esta noche es una gran oportunidad para hacernos un regalo magnífico: nuestra paz interior. Si cada persona trabajase en ello, la humanidad entera evolucionaría.

Más allá de los regalos físicos, que sin duda nos generan pasajeras alegrías, podríamos aprovechar esta fecha para hacer conexión con algo mayor: la posibilidad real de estar en paz con nosotros mismos, nuestra historia personal, nuestra familia y nuestros entornos. Así, podríamos estar en paz con el mundo, donde a cada momento suceden hechos con los que corremos el riesgo de descentrarnos si no estamos cultivando nuestra tranquilidad interior.

Hacernos un regalo a nosotros mismos implica que no pedimos esa paz que anhelamos, sino que la generamos. No es algo que nos viene de afuera, sino algo que podemos construir de manera consciente. Sí, el esfuerzo nos corresponde hacerlo a nosotros y conlleva salir de nuestras zonas de confort. Este gran regalo requiere reflexión, discernimiento, diálogo interior y compasión, en un trabajo de amor propio que verdaderamente nos merecemos.

El santo Francisco de Asís ya nos proponía hace ocho siglos que fuésemos, más que beneficiarios, instrumentos de paz. Es decir, que no precisamos esperar a que la paz nos llegue como una dádiva, sino que podemos ser proactivos: sembrarla y cultivarla por nuestra cuenta. ¿En qué áreas de tu vida donde hay odio puedes poner amor? ¿A cuáles ofensas de otros puedes responder con perdón? ¿En cuáles espacios en los que interactúas y hay desunión puedes llevar unidad? ¿Qué yerros puedes iluminar con verdad? ¿Cuáles dudas, con certezas? ¿Adónde puedes llevar esperanza, alegría, comprensión y consuelo?

En este mundo, cuya tendencia natural es hacia el caos, nos lastimamos los unos a los otros, nos generamos heridas mutuas y se nos puede olvidar que, aunque pensemos, sintamos y obremos en formas diferentes, somos -de verdad- hermanos.

Esta noche es una maravillosa oportunidad para perdonarnos a nosotros mismos y asumir plenamente nuestras historias de vida; para alcanzar nuestra paz interior al aceptar la vida tal cual como ha sido y como es. Perdonar no es fácil, mas sí posible. Reconciliarnos con nuestros ancestros también lo es, al igual que integrar nuestras sombras para estar en armonía. Es desde esa paz propia que podemos ser paz para los demás, que podemos brillar y ser luces para el mundo.

Que esta conmemoración del nacimiento de Jesús el Cristo, la Brillante Estrella de la Mañana, nos permita reconocer nuestra propia luz. Que podamos ser reflejo de esa Luz de Luces, la cual nos inspira a despertar para ser instrumentos de bondad en cada aquí y cada ahora. Deseo que tu noche sea de paz y que cada día renazcas en el Amor, la Luz y la Consciencia. ¡Feliz Navidad!

vargasedo@gmail.com

QOSHE - Noche de paz - Eduardo Vargas M
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Noche de paz

5 0
24.12.2023

Esta noche es una gran oportunidad para hacernos un regalo magnífico: nuestra paz interior. Si cada persona trabajase en ello, la humanidad entera evolucionaría.

Más allá de los regalos físicos, que sin duda nos generan pasajeras alegrías, podríamos aprovechar esta fecha para hacer conexión con algo mayor: la posibilidad real de estar en paz con nosotros mismos, nuestra historia personal, nuestra familia y nuestros entornos. Así, podríamos estar en paz con el mundo, donde a cada momento suceden hechos con los que corremos el riesgo de descentrarnos si no estamos cultivando nuestra tranquilidad interior.

Hacernos un regalo a nosotros mismos implica que no pedimos esa paz que........

© El Nuevo Siglo Bogotá


Get it on Google Play