Desde hace mucho tiempo y más aun con este último ataque a Gaza, se ha estado escuchando que se debería procesar a Israel por los crímenes de guerra, lesa humanidad y genocidio cometidos contra Palestina, esas voces de protesta aún no se han cristalizado en toda su plenitud, peor aun cuando Tel Aviv y Washington no son parte de la Corte Penal Internacional (CPI).
Pero más allá de las intenciones de procesar a Israel, hoy existen más de 16.000 personas muertas de las cuales el 70% son mujeres y niños, sin contar con los más de 7.000 desaparecidos que están debajo de los escombros y que sumando la totalidad estamos hablando de más de 23.000 personas asesinadas por el ejército israelí.
Desde la creación de la CPI, Israel nunca tuvo la intención de validarla ni ratificarla; pues son conscientes de que aceptar la jurisdicción y competencia de este tribunal los juzgaría por todos los crímenes cometidos, pero no solo ello, sino que como lo hemos manifestado en nuestro libro: “Palestina, entre piedras y misiles” —publicado el 24 de noviembre de 2023 — el ente ocupacionista siempre se ha escudado y protegido en EEUU y la UE; quienes al anoticiarse de que Palestina iniciaría un proceso penal por sus crímenes, estos amenazaron en varias oportunidades a la autoridad Palestina de quitar los recursos de ayuda si es que su actitud de procesarlo ante la Corte proseguía; pero lo cierto es que hoy tal situación no ha ocurrido.
Una muestra arrogante contra el Derecho Internacional es su postura temeraria y amenazante a las autoridades palestinas y la desfachatez hacia la Comunidad Internacional, —quienes crearon este tribunal para juzgar los crímenes contra la humanidad— en tal sentido el régimen israelí dijo que no cooperará con las investigaciones de la CPI; pues según ellos “no tiene autoridad” y que “rechaza absolutamente la afirmación de que ha cometido crímenes de guerra”, agregando su primer ministro en ese entonces, que el “tribunal carece de base legal y contraviene los fines para los que fue establecido”; asimismo argumenta su postura tozuda que el tribunal no tiene jurisdicción sobre los territorios en cuestión paradójicamente ocupados por este en 1967.
Otro de los argumentos esgrimidos por Israel, es que Palestina al “no ser un estado” no tiene jurisdicción propia, cuestionando nuevamente su estatus de tal y que por tal motivo no tiene “ni de hecho ni de derecho” control territorial, argumentos que son una falacia; pues el Derecho Internacional, más allá de lo jurídico hace prevalecer sus principios, de que la posesión es un título, tal cual lo manifestó la Corte Internacional de Justicia cuando en el caso de Burkina Faso y Mali en 1986 aplicó el principio del Uti Possidetis , siendo este un argumento de los tantos que demuestran la soberanía territorial de Palestina.
La entidad ocupante al haber rechazado la firma del Estatuto de Roma junto con su protector EEUU, no es miembro del tribunal, y como tal, afirma que Palestina no califica ni es considerado como un estado soberano; por lo tanto no puede someterse a la jurisdicción de la Corte; asimismo Washington y Tel Aviv en 2002 firmaron un acuerdo, en el cual se comprometían a no extraditar, transferir ni entregar a ningún nacional de cualquier estado ni a un tercer país que los entregase a la Corte; no obstante de ello, el tribunal mediante un análisis somero de los hechos vio que la demanda presentada por Palestina el año 2021 es justiciable y que sí se han cometido crímenes en los territorios ocupados.
En contraposición de los argumentos de Israel para no someterse a la CPI, Palestina ha destruido los mismos; ya que este se unió al Estatuto de Roma dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas por los Estados de Naciones Unidas. Por otro lado, argumentó que el estatuto tiene su base y su armazón jurídico en el Ius Cogens que es la norma imperativa del Derecho Internacional, el mismo que es el techo jurídico de los derechos y garantías de los sujetos internacionales, en suma, Palestina se pronunció diciendo que la Fiscalía y el Tribunal Penal tiene competencia para incoar una investigación y sancionar a la entidad israelí.
El 18 de noviembre de 2023 el Fiscal de la Corte Penal Internacional ha informado que ha recibido 5 remisiones por parte de cinco estados: Sudáfrica, Bangladés, Bolivia y las naciones de África Oriental, Comoras y Djibouti.
Pese a las acciones de la CPI desde el año 2021, la entidad ocupante en los territorios palestinos ha demostrado que está dispuesto a todo con tal de nunca reconocer la independencia de Palestina, ni mucho menos someterse a la jurisdicción de la CPI, y lo seguirá haciendo porque sencillamente es protegido de EEUU, frente a ello: ¿Aún se puede creer en el Derecho Internacional y la Corte Penal Internacional?
[1] Jurista, teólogo y analista en RRII.
La impunidad israelí frente a la Corte Penal Internacional
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07.12.2023
Desde hace mucho tiempo y más aun con este último ataque a Gaza, se ha estado escuchando que se debería procesar a Israel por los crímenes de guerra, lesa humanidad y genocidio cometidos contra Palestina, esas voces de protesta aún no se han cristalizado en toda su plenitud, peor aun cuando Tel Aviv y Washington no son parte de la Corte Penal Internacional (CPI).
Pero más allá de las intenciones de procesar a Israel, hoy existen más de 16.000 personas muertas de las cuales el 70% son mujeres y niños, sin contar con los más de 7.000 desaparecidos que están debajo de los escombros y que sumando la totalidad estamos hablando de más de 23.000 personas asesinadas por el ejército israelí.
Desde la creación de la CPI, Israel nunca tuvo la intención de validarla ni ratificarla; pues son conscientes de que aceptar la jurisdicción y competencia de este tribunal los juzgaría por todos los crímenes cometidos, pero no solo ello, sino que como lo hemos manifestado en nuestro libro: “Palestina, entre piedras y misiles” —publicado el 24 de noviembre de 2023 — el ente ocupacionista siempre se ha escudado y protegido en EEUU y la UE; quienes al anoticiarse de que Palestina iniciaría un proceso penal por sus........
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