Manifestación día de la mujer trabajadora de Pl Universitat a Arc de Triomf / EFE/FERRAN NADEU

Muchas veces llego a casa y mi marido me dice: "Te tengo un tema para un artículo", entonces yo sé que me va a narrar algún acontecimiento que ha tenido lugar en el mundo a gran o a pequeña escala y que la mayoría de las veces me va a enfadar o a entristecer. También suele ocurrir que en el chat de amigas leo "oye, tienes que escribir sobre esto o esto otro". Ahí también sé que no me va a gustar lo que tienen que decirme. No piensen que me rodeo de sádicos, lo hacen más por estímulo que por saña. Me conocen. Y es que, últimamente, solo ocurren cosas feas en la sociedad. Sí, puede que en mis dos últimas columnas haya estado un poco pesimista, pero el poco sentido común de la gente no colabora para redactar artículos esperanzadores. Así comenzó mi tarde ayer. Me hubiese gustado pensar en una macabra broma de Halloween. Sin embargo, se trata de una terrible realidad que estamos viviendo las mujeres y que va a peor.

Todo empezó con un "¿Quieres que te dé un tema para tu columna?" y yo supe que venían curvas y ese sentimiento que a veces abruma de querer dejar de escribir, por lo menos de estas cosas. Pero me han abierto una puerta literaria y debo comprometerme con las injusticias. El lunes treinta de octubre se celebró la gala de entrega del balón de oro. Como todo el mundo sabe, la selección femenina española de fútbol es campeona del mundo, aunque su triunfo fuera ensombrecido, una vez más, por el gesto grosero de un bárbaro. Aun así, las jugadoras han seguido demostrando que son unas triunfadoras, como se pudo disfrutar en los dos últimos partidos, uno contra Italia, en el que Hermoso, en su primer encuentro con la selección tras todo lo sucedido, marcó el gol de la victoria (justicia poética) y otro contra Suiza, ganando nada más y nada menos que uno-siete. Entre los nominados a ganar el balón de oro había jugadores y jugadoras. Los premiados fueron Messi y Aitana Bonmatí, elegida también mejor futbolista del Mundial. Y ustedes dirán, "¿qué carajos me quieres contar con todo esto? Eso ya lo sabemos". Veamos. Esto solo era una introducción.

De lo que quiero hablar es de la actuación del rapero nigeriano Rema, que durante el estribillo de la cantinela bajó a darles la mano a los deportistas que optaban al galardón. ¿A todos? No. Como si no existieran, como si no fueran merecedoras de estar allí, obvió a las mujeres que estaban sentadas –y también nominadas– junto a los hombres. Un gesto con el que dejó patente que para él las chicas no juegan al fútbol, no son dignas de un premio y, si me pongo intensita, ni siquiera son dignas de existir. Por lo menos no ante su presencia. ¿Saben qué fue lo que más me fastidió?, –obviamente, aparte de la actitud de ese ser humano que, a partir de ahora para mí, adopta la categoría de parásito (con perdón hacia esa especie)– que los jugadores, viendo el gesto misógino del cantante, le tendieran la mano. ¿Por qué no se plantaron? ¿Por qué no le negaron el saludo como muestra de respeto hacia sus compañeras? ¿Es una forma de decir "estamos de acuerdo contigo, estas muchachas no merecen estar aquí?" ¿Por qué la organización del evento no se pronunció? ¿Por qué no le apagó el micro y dijo que ese tipo de comportamientos no era tolerable? ¿Por qué nadie hizo nada?

A ver, hombres del mundo, ser feministas no es ir a una manifestación del 8M. Ser feminista es saber plantarse ante actitudes que menosprecian a la mujer. Ante comportamientos que pretenden despojarnos de nuestra dignidad, de nuestros logros y de nuestra valía. Ser feminista es entender que esas machiruladas ya son casposas y hieden a miedo. Al miedo que tienen algunos a que las cosas cambien. A que ocupemos el lugar que nos corresponde y que durante tanto tiempo nos ha sido vetado. A poder ser y existir sin la asfixiante masculinidad que nos ha ensombrecido. Las mujeres no queremos abrir una lucha contra los hombres. Queremos que se nos trate con el respeto que merecemos y que se sancionen comportamientos como el de Rema. Solo diciendo todos ¡basta! ante ese tipo de conductas y dejando solos a los hombres que siguen perpetuando la violencia contra las mujeres, podremos avanzar como sociedad.

QOSHE - Cuando crees que lo has visto todo, pero… - Elizabeth López Caballero
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Cuando crees que lo has visto todo, pero…

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11.11.2023

Manifestación día de la mujer trabajadora de Pl Universitat a Arc de Triomf / EFE/FERRAN NADEU

Muchas veces llego a casa y mi marido me dice: "Te tengo un tema para un artículo", entonces yo sé que me va a narrar algún acontecimiento que ha tenido lugar en el mundo a gran o a pequeña escala y que la mayoría de las veces me va a enfadar o a entristecer. También suele ocurrir que en el chat de amigas leo "oye, tienes que escribir sobre esto o esto otro". Ahí también sé que no me va a gustar lo que tienen que decirme. No piensen que me rodeo de sádicos, lo hacen más por estímulo que por saña. Me conocen. Y es que, últimamente, solo ocurren cosas feas en la sociedad. Sí, puede que en mis dos últimas columnas haya estado un poco pesimista, pero el poco sentido común de la gente no colabora para redactar artículos esperanzadores. Así comenzó mi tarde ayer. Me hubiese gustado pensar en una macabra broma de Halloween. Sin embargo, se trata de una terrible realidad que estamos viviendo las mujeres y que va a peor.

Todo empezó con un "¿Quieres que te........

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