Luis Mateo Díez, Premio Cervantes 2023 / EFE/Emilio Naranjo

Una vez al año, como un regalo, coincido con Luis Mateo, nuevo premio Cervantes, en el jurado del premio de novela corta Encina de plata, en Navalmoral de la Mata, mi pueblo. Forman parte del regalo J. M. Merino, Luis Landero, Gonzalo Hidalgo Bayal y hasta hace poco tiempo, Rosa Bautista, periodista de voz envolvente y cálida, que siempre te hace sentir como en casa. Escucharlos es un lujo, un placer que dura solo una tarde y parte de la noche (cada vez menos, por desgracia), y que una quisiera que se alargara mucho más tiempo. Hace ya muchos años, la conversación pausada y lenta se prolongaba sin prisa, a merced siempre de la bondad de algún camarero que nos dejara hablar tranquilamente mientras recogía. Estas últimas convocatorias, la pandemia y la edad nos han privado de esos momentos tranquilos que se iban llenando poco a poco de recuerdos y anécdotas, pura literatura oral de enorme altura.

Conocí a Luis Mateo hace mucho tiempo, en un premio de cuentos. Él era ya un narrador prestigioso y había escrito uno de los libros más queridos por todos los bibliotecarios, La fuente de la edad. Entonces yo era muy joven y me imponía un respeto reverencial acercarme a él, o atreverme a opinar sobre los cuentos. Pero él, con una calidez que nace de la costumbre, nos hizo sentirnos muy cómodos, nos dejó hablar a los nuevos, y luego, habló él en un castellano tan rico que parecía recién creado. Luego, hemos coincidido muchas veces, y siempre tiene una palabra amable, una lectura recomendada, una conversación lenta, plagada de arcaísmos y palabras exactas que atrapan la atención de cualquier oyente. Habla como escribe, o quizá es que no deja nunca de escribir cada vez que piensa. Es heredero de aquellas noches frías de filandones de su provincia natal, León, esas noches en que los cuentos se enhebran y van creando universos mágicos y fábulas sin moraleja en las que todo es posible.

Nos podemos acercar a sus libros como quien está dispuesto a lanzarse hacia la bruma y quedarse a vivir en el sueño. No nos cuenta hazañas épicas sino sinrazones diarias, anhelos locos, búsquedas sin éxito. Sus personajes son héroes del fracaso, que burlan lo cotidiano a través de la imaginación. Ha ensalzado la amistad en su obra, y reconoce haber sido siempre muy querido por editores, lectores y amigos. Es muy fácil quererle porque su sabiduría no abruma, sino que acompaña, y es tanta su modestia que escucha primero, lo que no suele ser muy común en los escritores, aunque en realidad, en nadie. También ha dicho que escribir es vivir, porque en la realidad no se encuentra el todo que uno anhela, y que la edad es una mentira, la vida es incómoda y la felicidad no existe. Por eso escribe, mientras resuenan en su cabeza las historias que escuchó de niño y que él nos cuenta ahora, a sus ochenta años llenos de juventud, porque los sueños son lo único que no envejece, las palabras no enferman, la fantasía sirve para arrojar un poco de luz en la oscuridad de lo cotidiano, y la literatura nos lleva de la locura a la lucidez, con dolor, pero también con una extraña forma de consuelo.

QOSHE - Luis Mateo: premio Cervantes a la belleza de contar - Pilar Galán Rodríguez
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Luis Mateo: premio Cervantes a la belleza de contar

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11.11.2023

Luis Mateo Díez, Premio Cervantes 2023 / EFE/Emilio Naranjo

Una vez al año, como un regalo, coincido con Luis Mateo, nuevo premio Cervantes, en el jurado del premio de novela corta Encina de plata, en Navalmoral de la Mata, mi pueblo. Forman parte del regalo J. M. Merino, Luis Landero, Gonzalo Hidalgo Bayal y hasta hace poco tiempo, Rosa Bautista, periodista de voz envolvente y cálida, que siempre te hace sentir como en casa. Escucharlos es un lujo, un placer que dura solo una tarde y parte de la noche (cada vez menos, por desgracia), y que una quisiera que se alargara mucho más tiempo. Hace ya muchos años, la conversación pausada y lenta se prolongaba sin prisa, a merced siempre de la bondad de algún camarero que nos dejara hablar tranquilamente mientras recogía. Estas........

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