Por: Eduardo Claure

Los Protocolos de Orinoca es el Vademécum, la Biblia o El Corán del Socialismo del Siglo XXI y del Proceso de Cambio para Bolivia, documento elaborado en el pueblo natal del así denunciado narcopedófilo en los años 2007 y difundido secretamente el 2008, de cuya copia se tuvo acceso -seguramente- por accidente en internet, pues inmediatamente fue eliminado de las RR.SS. y es, además, un material nunca mencionado por miembros del MAS-IPSP, pues develaría su origen Castro Chavista, ya que fue elaborado con asistencia cubano venezolano y español, y cuya relación de contenidos se originaron a principios de los 90 luego del primer Foro de San Paulo, para posteriormente ser afinado en el Foro de Puebla. Su aplicación ha sido sistemáticamente puesta en marcha por el MAS-IPSP en estos dieciséis años y ante su contundencia desde Chaparina, El Porvenir, el Hotel Las Américas, Tipnis, 21F, el monumental fraude electoral del 2019, Jeanine, Pumari, Camacho, Marcos Aramayo y el FONDIOC, CAMCE y la “cara conocida”, Banco FASSIL, UNIÓN, ABC y centenares de etcéteras, pasando por lo que será o no será del Censo y sus resultados -que de ser transparente, movería el piso político del poder de turno-, mientras la oposición política y los poderes económicos privados, además de referentes que en este ultimo tiempo han reaparecido, durante este aciago tiempo transcurrido, poco o nada han podido hacer, por intentar construir colectivamente un modelo de Estado alternativo.
La incapacidad de generar un nuevo paradigma de desarrollo, tiene a la población boliviana en ascuas, por cuanto, muchas caras que se han estado poniendo en cartelera, o son desconocidas o conocidas -que es lo peor-, pero aún así, no terminan de convencer al soberano. En la ALP, se ha trabajado sin agenda política, sin estrategia de oposición alternativa, sin cuadros políticos que den certidumbre, solo se tiene a dueños de siglas sin reciedumbre, repetidores de consigna y no de recreaciones ideológicas, sino más bien “pescadores de río revuelto”: oportunistas, reciclados, en fin, delincuentes de la política. Los trabajos políticos “regionales” sin discurso ni propuestas después de la caída de las “autonomías” y todo su aparato emocional no ideológico y menos político, terminó por confirmar, que las posiciones de “la derecha”, habían sido solamente “suncho luminarias” o sea, puro fuegos artificiales: bengalitas de San Juan. Lo peor de todo, es que las caras que se dan a conocer o se promocionan, habían tenido raíces azules, ocuparon cargos de favor político oficialmente azul o son auspiciados por el primer ejecutivo tal cual circulan en las RR.SS.
La funcionalidad política de la “oposición alternativa” hace que pensar, pues no se puso en marcha ninguna intención real de crear un frente o alianzas de fuerzas políticas; no solo uno, sino dos o tres flancos por los cuales construir propuestas alternativas efectivas. Cómo entones convencer a las nuevas generaciones que no leen la historia y viven del Tik Tok como su realidad y no la que realmente existe: problemas económicos, judiciales, medioambientales, políticos, ideológicos, valores y principios, democracia, educación, salud, ética, visión humana e incluso religiosa y filosófica, narcotráfico y más. Todos quienes critican el estado actual de situación en RR.SS., individuales y en grupos de opinión -sin influencia alguna en la sociedad- no tienen claridad en sus opiniones y/o críticas, desde los que se denominan “democráticos”, “suficientes” y últimamente “libertarios” fanáticos sin contenido político o ideológico -que además no han escrito ni una cuartilla que de a conocer la dimensión de sus pensamientos-, y, que nombrar a Milei les parece suficiente y los hace sentir iluminados y “alternativos”, cuando en realidad, no han tenido capacidad para convertirse en grupo de opinión de real valía local y menos nacional. Este reduccionismo provinciano sin visión país, definitivamente, es tan perjudicial y nada constructivo, como los que hacen política en las plazas sin público.
Estamos en la búsqueda de respuestas a lo que podemos denominar «la política posautoritaria», se necesita analizar un conjunto de alternativas que surjan de combinar variables como la formulación de políticas públicas (estatista o concertada) y la representación de intereses (pluralista o corporativa). A partir de estos modelos que hagan surgir un esquema de forma comparativa mirando las experiencias de otros países con las tendencias actuales de los actores del proceso político chileno, del argentino, el colombiano, peruano, paraguayo y brasilero para concluir afirmando que la construcción de un sistema democrático requiere revisar críticamente las conductas altamente ideologizadas del pasado por parte de la clase política y sus intelectuales, que aún quedan y no se meten en política de aspiraciones públicas, pero que son referentes para diversas propuestas necesarias en esta actual coyuntura de una perversa distracción para la mayoría boliviana como es el aparente conflicto entre carteles políticos del mismo tono azul: el actual más perverso que el primero, narcotizados ambos.
Estamos frente a una aguda crisis política porque prácticamente han desaparecido las propuestas tradicionales de la política boliviana: las izquierdas y las derechas. Aparecieron nuevas identidades en el sentido del masismo y la fragmentada centro derecha, que en su seno contienen porciones del neoliberalismo, porciones del radicalismo empresarial, porciones menudas de distintas identidades políticas, con apoyos variopintos, que obligan a un debate muy grande en torno de qué hacer en una segunda vuelta de darse el caso de que el 2025 MAS-IPSP vayan separados -pero como alicate abierto- Evo y Lucho, y una oposición alternativa en varios flancos. Habrá que hacer cálculos de gestarse una figura semejante, porque, de que se vaya en solitario como varios piensan, que además esa figura puede darse por sus perfiles de presumidos que piensan que son suficientes, cuando no llegan a modestos menos a decentes.
Eso es crisis política a la boliviana, crisis de identidad política, de representación política y también, por sobre todo crisis de alternativa política. Y los que están en un sentido, si se quiere, utópico por la subversión social alternativa y democrática, deben construir una opción de voto en las elecciones del 2025. Se han tenido muchos límites para construir una alternativa política, aun cuando la situación de 2016, 2019, 2020 las opciones estaban habilitadas desde la extensión de las luchas sociales y la organización popular, para hacer emerger una alternativa política, que no se dio, por todo lo que sabemos de quienes se postularon en aquellas oportunidades, perdidas. Eso es lo que no se ha hecho, es lo que falta hacer, eso es lo que se tiene que hacer. Y por eso, mientras se conozcan los candidatos oficiales para el 2025, debiera decirse desde ahora: Hoy más que nunca hay que construir alternativa política. Cuanta falta hace una Cumbre Política Nacional Democrática. Políticos alternativos, dejen de carnavalear y jugar a las mascaritas.

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Evo y Lucho, o la vigencia de los Protocolos de Orinoca

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14.02.2024

Por: Eduardo Claure

Los Protocolos de Orinoca es el Vademécum, la Biblia o El Corán del Socialismo del Siglo XXI y del Proceso de Cambio para Bolivia, documento elaborado en el pueblo natal del así denunciado narcopedófilo en los años 2007 y difundido secretamente el 2008, de cuya copia se tuvo acceso -seguramente- por accidente en internet, pues inmediatamente fue eliminado de las RR.SS. y es, además, un material nunca mencionado por miembros del MAS-IPSP, pues develaría su origen Castro Chavista, ya que fue elaborado con asistencia cubano venezolano y español, y cuya relación de contenidos se originaron a principios de los 90 luego del primer Foro de San Paulo, para posteriormente ser afinado en el Foro de Puebla. Su aplicación ha sido sistemáticamente puesta en marcha por el MAS-IPSP en estos dieciséis años y ante su contundencia desde Chaparina, El Porvenir, el Hotel Las Américas, Tipnis, 21F, el monumental fraude electoral del 2019, Jeanine, Pumari, Camacho, Marcos Aramayo y el FONDIOC, CAMCE y la “cara conocida”, Banco FASSIL, UNIÓN, ABC y centenares de etcéteras, pasando por lo que será o no será del Censo y sus resultados -que de ser transparente, movería el piso político del poder de turno-, mientras la oposición política y los poderes económicos privados, además de referentes que en este ultimo tiempo han reaparecido, durante este aciago tiempo transcurrido, poco o nada han podido hacer, por intentar construir colectivamente un modelo de Estado alternativo.
La incapacidad de generar un nuevo paradigma de desarrollo, tiene a la población boliviana en ascuas, por cuanto, muchas caras que se han estado poniendo en cartelera, o son desconocidas o conocidas -que es lo peor-, pero aún así, no terminan de convencer al soberano. En la ALP, se ha trabajado........

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