AUTOR: LIC. SANDRA LIZETH SOLORZANO ARIAS
La educación es un pilar básico en cualquier sociedad, ya que no solo se encarga de impartir conocimientos y habilidades, sino que también cumple un papel decisivo como motor de cambio social. A lo largo de la historia, hemos sido testigos del poder transformador que tiene la educación en la vida de las personas y en el desarrollo de los países.
En primer lugar, la educación es una herramienta eficaz para romper con el ciclo de la pobreza y la desigualdad. Brindar acceso a una educación de calidad a todos los sujetos, sin importar su origen socioeconómico, es clave para garantizar oportunidades equitativas y promover el cambio social. Cuando se invierte en educación, se está invirtiendo en el futuro de una sociedad más justa.
Además, la educación juega un papel fundamental en la construcción de una ciudadanía activa y comprometida. A través de la educación, se fomenta el pensamiento crítico, la reflexión ética y el respeto por los derechos humanos. Los individuos educados son capaces de cuestionar las injusticias, participar en la toma de decisiones y contribuir al bienestar común. Esto es primordial en la sociedad actual donde se evidencia la perdida de los valores y prima el individualismo.
Por otro lado, la educación también es un factor determinante en el desarrollo económico del país. Una fuerza laboral capacitada y formada en competencias relevantes para el mercado laboral es indispensable para impulsar la productividad y la innovación. En tal sentido es necesario que el país industrialice los recursos naturales existentes para mejorar la economía. Asimismo, la educación superior y la investigación científica son motores para el progreso tecnológico y el crecimiento económico.
En resumen, la educación no solo es un derecho fundamental de todo individuo, sino que también es un motor de cambio social que puede transformar realidades y construir un futuro más próspero y equitativo para todos. Es responsabilidad del gobierno, las instituciones educativas y la sociedad en su conjunto trabajar juntos para garantizar una educación equitativa y de calidad que sea capaz de impulsar el desarrollo humano y social en todas sus extensiones.