Cómo habrá sido el pleno de este miércoles en el Senado para que el debate sobre las enmiendas de PP y Vox a la ley de amnistía hayan quedado en un segundo plano. Cómo de intensas habrán sido las negociaciones paralelas por los tres decretos que se abordaban para que las hostilidades de las dos derechas, dispuestas a ilegalizar partidos y condenar a quienes pacten con independentistas, hayan sido superfluas. Cómo de importantes serían el resto de cuestiones para que la derrota parlamentaria de las dos derechas en lo referente a los cambios que pretendían introducir en la medida de gracia no sea noticiable.
Como era de esperar, ambas enmiendas se han encontrado con el rechazo de los diputados presentes este miércoles en el Senado. En un pleno extraordinario y convocado de forma urgente en un mes tradicionalmente inhábil en las Cortes, la ley de amnistía prosigue su camino tal y como se aprobó hace algo menos de un mes en el Congreso. No, no se aprobará la ilegalización de partidos independentistas que promuevan un referéndum, como pedía el PP; no, no se aprobará la penalización de partidos que pacten con formaciones contrarios a la unidad de España, como solicitaba Vox.
Las encargadas de defender las bondades de sus enmiendas, que perfectamente podrían haber compartido redactado, han sido las portavoces parlamentarias Pepa Millán y Cuca Gamarra.
El encargado de responderles, por petición propia, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián. De hecho, la negativa del PSOE a defender la ley de amnistía de las enmiendas registradas ha sido aprovechada por la dirigente popular para dar un toque de atención al Gobierno: “Quien ha salido a defender esta ley, evidentemente, ha sido el señor Rufián, que ha ejercido de cobrador del FRAC. El PSOE no sale porque no ha sido quien ha elaborado el redactado de esta medida”, ha indicado.
“Aquí, en esta ley, lo que defiende el PP son dos grandes principios: el de la igualdad de todos los españoles ante la ley, sean políticos o no lo sean y vivan donde vivan; y en segundo lugar, la defensa de la separación de poderes. Un estado sin justicia es pura corrupción. Esta ley no es más que la corrupción de la compra de votos”, ha añadido Gamarra.
"Mientras se sigan dejando arrastrar por Ayuso y Abascal les quedan dos telediarios", avisaba en su réplica final Gabriel Rufián al PP. "Me siento muy orgulloso de que mis abuelos huyeran de Jaén y Granada hace cincuenta años para ir a Cataluña para subsistir. ¿Saben ustedes de qué huían? De los señoritos que hoy les votan a ustedes. Cuando hablan ustedes de conflicto si quieren hablamos de Abascal y Ortega-Smith", contestaba, a su vez, a Millán, quien le pedía previamente que no se avergonzase de sus orígenes.
"Señora Gamarra, me lo ha puesto muy fácil. Me ha llamado cobrador del FRAC, que era el encargado de cobrar a morosos. Yo le acepto sobres, que ustedes tienen experiencia, pero dicho esto les añado que me parece mal que el partido líder de la oposición se deje arrastrar por aquellos que quieren ilegalizarnos, algo a lo que ustedes se oponían", sentenciaba, por su parte, al PP.
Ha habido que esperar al último turno de fijación de posiciones para escuchar al PSOE, partido que presentó, en solitario, la ley de amnistía, condición sine qua non para conseguir la investidura del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras las elecciones generales.
El encargado de contestar a PP y Vox ha sido Artemi Rallo: "1863 días. Cinco años sin renovar el CGPJ. Grosera y obscena deslealtad institucional. Hace año y medio el señor Feijóo vino a esta Cámara y prometió acatar la Constitución. ¿No se les cae la cara de vergüenza? Durante meses hemos oído a las derechas decir que la amnistía es ilegítima y nosotros afirmamos lo contrario. De hecho, creemos que es oportuna y necesaria para salvar el conflicto y mejorar la convivencia con Cataluña", afirmaba.
"¿Aceptará el PP el veredicto del Constitucional si acata la amnistía o seguirán en rebeldía?", se ha preguntado el orador socialista, que, además, ha pedido a los populares una alternativa real y fiable para solucionar la situación catalana.
Además, y para sentenciar al PP, Rallo ha querido refrendar las diferentes versiones del PP sobre partidos como Junts per Catalunya: "A ver si me entero: por la mañana, Pons se toma un café con ellos. Por la tarde el señor Tellado los suspende. Por la noche, Feijóo los disuelve momentánea o definitivamente. ¿No había nadie con más nivel?".
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