“Pensé que me iba a morir”, “me dio un soponcio”, “no sabía qué hacer, creí que se acababa el mundo”, esas fueron solo algunas de las frases que se leyeron en Facebook el pasado martes 5 de marzo, cuando en horas de la mañana esta red social junto a Instagram, estuvieron fuera de servicio a nivel mundial por espacio de más de 30 minutos, aproximadamente.

A muchos de los más de 2.900 millones de usuarios que mensualmente están conectados a Facebook, ‘el mundo pareciera que se les vino encima’, eso fue lo que no pocos comentaron en sus redes sociales.

A ellos se les acabó el mundo. Así prácticamente lo dieron a entender muchas personas, en su mayoría jóvenes, con la caída de esas plataformas. Aunque parezca cómico o una exageración, es una sensación real. Incluso alguien nos ha hecho caer en la cuenta de algo que podría ser asombroso y hasta trágico para las nuevas generaciones: ¿qué tal que pasáramos un fin de semana o algunos días sin redes sociales, sin internet?

Creo que la respuesta es apenas obvia. Allí sí sería el fin del mundo para millones de habitantes de este planeta. Que no conocen otra realidad diferente a la que ofrecen las plataformas, que su vida gira en torno a ellas y por ende dependen de estos artefactos y de la tecnología para que sus vidas tengan sentido.

Hay algo que sí es cierto y no se puede desconocer, es que en muchos aspectos de la llamada ‘vida moderna’ es necesaria esa dependencia para muchas de las actividades cotidiana, y por qué no, reconocer, que muchos de esos procesos, han servido para bien.

En el tema de comunicaciones, por ejemplo, que es de los más avanzados y donde la dependencia es casi total, debemos ser conscientes que ya no necesitamos esperar una semana o más para tener noticias de un ser querido que esté en otras regiones del país o del mundo.

La inmediatez es total. Pero esto ha traído consigo riesgos y consecuencias. Pese a ello, a esa ‘necesidad’, de contar con esos elementos, debemos tener la suficiente conciencia para que seamos nosotros quienes utilicemos esos artefactos y no lo contrario, que sean ellos quienes dominen hasta nuestra forma de pensar y ver el mundo.

QOSHE - Muchos creyeron morir - Carlos Guillermo Palomino
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Muchos creyeron morir

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13.03.2024

“Pensé que me iba a morir”, “me dio un soponcio”, “no sabía qué hacer, creí que se acababa el mundo”, esas fueron solo algunas de las frases que se leyeron en Facebook el pasado martes 5 de marzo, cuando en horas de la mañana esta red social junto a Instagram, estuvieron fuera de servicio a nivel mundial por espacio de más de 30 minutos, aproximadamente.

A muchos de los más de 2.900 millones de usuarios que mensualmente están conectados a Facebook, ‘el mundo pareciera que se les vino encima’, eso fue lo que no pocos........

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