El 17 de marzo Vladimir Putin fue reelegido presidente de Rusia con más del 85 por ciento de los votos. Nicolás Maduro celebró el triunfo en uno de sus trinos en X: “Ha sido un proceso electoral impecable que... ha demostrado [LA]participación democrática [del pueblo ruso] de manera ejemplar”.

(También le puede interesar: Caribe y periferias)

Casi al tiempo se lanzó la candidatura oficial de Maduro para ser reelegido como presidente de Venezuela. Mientras tanto, el régimen ha impedido la participación de Corina Machado y de su sustituta, Corina Yoris, candidatas de la oposición.

Se prepara otro proceso electoral “impecable”, otra muestra de “democracia ejemplar”.

Lo sucedido en Venezuela en las últimas décadas es trágico. Desde la subida de Chávez al poder, la política allí ha solido interpretarse bajo los lentes del “populismo”. Pero quizá un término más adecuado para entender sus desarrollos sea el de “caudillismo”.

“Trágica” es una expresión utilizada por el escritor peruano Francisco García Calderón (1883-1953) para caracterizar la historia de las repúblicas de la región en su libro Las democracias latinas de América. Una historia identificada en sus páginas con la historia de los caudillos, “ejes” de sistemas políticos “tiránicos” impuestos sobre la multitud.

Publicado en francés en 1912, y traducido al inglés y al alemán el año siguiente, el libro de García Calderón solo apareció en castellano seis décadas después, en la colección de la Biblioteca Ayacucho de Venezuela, iniciativa editorial que ha permitido la publicación de más de 300 obras, incluidos clásicos latinoamericanos (curiosamente, Las democracias latinas de América se puede descargar gratuitamente en el sitio de Clacso; mi búsqueda en la página de la Biblioteca Ayacucho fue vana): https://libreria.clacso.org/biblioteca_ayacucho/publicacion.php?p=1632&b=4).

El libro cubre muchos temas. Tan solo me interesa destacar lo que García Calderón dice sobre los caudillos y sus formas de gobierno. Bastan dos citas.

Una: Bajo el caudillismo, “el partido dominante aspira a aniquilar a sus adversarios y a realizar la unanimidad completa de la nación. El odio de los contrarios es el primer deber del político consecuente. La oposición no puede ni siquiera pretender un puesto de control en las asambleas o conquistar lentamente el poder”.

Otra: “Fuera del régimen de los caudillos, la mentira política domina; la libertad de los sufragios no es sino una promesa platónica inscrita en la Constitución; las elecciones son obra del gobierno; no hay opinión pública”.

No es un texto riguroso que siga los métodos de la historia moderna. García Calderón cultivaba el ensayo, en versión hispanoamericana. Es un texto además, como lo reconocen algunos de sus críticos, lleno de ambivalencias. A ratos pareciera embelesado con los caudillos, representaciones genuinamente latinoamericanas que nos condenarían a la dictadura eterna: ¿para qué pensar en “invenciones ilusorias” como la democracia, las constituciones, los parlamentos?

Un libro más esperanzador y mesurado es Idola fori, del colombiano Carlos Arturo Torres (1867-1911), publicado apenas dos años antes del de García Calderón. Allí Torres criticaba tanto la deificación de los “hombres providenciales” como la creencia en la “infalibilidad de las masas”, a los que anteponía “el respeto a la ley”, el “culto a la libertad”.

En estos días descubrí que García Calderón escribió en 1910 el prólogo de Idola fori. “Nos lleva a conclusiones de sereno optimismo”, nos dice sobre un libro del que espera “discípulos de generación en generación”. Pero adelanta fatídicas advertencias: “La épocas que parecen muertas adquieren otra vez vida triunfal”.

QOSHE - Lecturas para estos tiempos - Eduardo Posada Carbó
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Lecturas para estos tiempos

7 0
12.04.2024
El 17 de marzo Vladimir Putin fue reelegido presidente de Rusia con más del 85 por ciento de los votos. Nicolás Maduro celebró el triunfo en uno de sus trinos en X: “Ha sido un proceso electoral impecable que... ha demostrado [LA]participación democrática [del pueblo ruso] de manera ejemplar”.

(También le puede interesar: Caribe y periferias)

Casi al tiempo se lanzó la candidatura oficial de Maduro para ser reelegido como presidente de Venezuela. Mientras tanto, el régimen ha impedido la participación de Corina Machado y de su sustituta, Corina Yoris, candidatas de la oposición.

Se prepara otro proceso electoral “impecable”, otra muestra de “democracia ejemplar”.

Lo sucedido en Venezuela en las últimas décadas es trágico. Desde la subida de Chávez al poder, la política allí ha solido interpretarse bajo los lentes del “populismo”. Pero quizá un término más adecuado para entender sus desarrollos........

© El Tiempo


Get it on Google Play