Todavía me cuesta entender cómo habiendo tanta oportunidad de concentrarse en temas en los que podría haber un verdadero cambio, al presidente Petro le gusta más la pelea estéril que el buen gobierno. Hablemos de lo que Petro no deja ver, como escribió Cristina Carrizosa en El Espectador, recientemente. Por ejemplo, la visión estratégica de enfocarse más en la interdicción que en la erradicación, a la hora de hablar de drogas.

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Se trata de un énfasis correcto que requiere disciplina, método, seguimiento, inversión y apoyo a las fuerzas militares, especialmente a la Armada de Colombia, que ha hecho un magnífico trabajo en ese frente. Y sí, señor presidente, los noticieros lo registramos aunque a usted se le haya vuelto costumbre eso de decir que “esto no será noticia” o que “no lo verán en los grandes medios”. Cada tonelada incautada es una extraordinaria información porque representa un golpe a los eslabones más fuertes del narcotráfico; a los ‘patrones’ del negocio y, no necesariamente, a los campesinos cocaleros que están esperando desde hace décadas planes suficientes y atractivos de sustitución que nunca han llegado de manera realista.

Enfocarse en la interdicción es bueno para el Estado. Como lo escribió el consultor Manfred Grautoff hace unos meses para La Silla Vacía y la fundación Konrad Adenauer, “la evidencia indica que la erradicación manual forzada no golpea la cadena de mayor valor del narcotráfico, por lo mismo, es costosa y con bajo rendimiento a nivel social (…) Una política de interdicción es más eficiente para impactar al crimen organizado y aumenta la gobernabilidad”.

Pero, además, este tipo de estrategias que requieren de una coordinación entre países, se vuelve un buen pretexto para mejorar los mecanismos de cooperación, es un gancho para pedirle a Estados Unidos que no nos baje el apoyo, reorienta la actuación de la fuerza pública y, debería suponer, un refinamiento en los sistemas de inteligencia para captar por aire, mar y tierra, los movimientos de los cargamentos ya procesados y listos para la venta.

La interdicción bien podría ser el nuevo nombre de la lucha contra el narcotráfico. Solo en lo que va de 2024, se ha logrado la incautación de 112,8 toneladas de clorhidrato de cocaína y más de 348 toneladas de insumos sólidos. Se han inmovilizado 59 embarcaciones que, estaba claro, eran usadas para el tráfico de drogas y, en materia de contrabando –para poner otro ejemplo de la efectividad de los procedimientos– se ha logrado la interdicción de mercancías por un valor superior a los 50 mil millones de pesos.

¡Es por ahí, sin duda, señor presidente! Pero ese viraje en el combate contra las drogas, debería venir acompañado de una actuación certera de copamiento en el territorio y un mensaje claro en contra de los clanes y organizaciones criminales que todavía está lejos de verse. Los grupos al margen de la ley han crecido alentados por una mala política de paz total.

También tiene que ejecutarse una mejor inversión en el campo para que proyectos productivos con cacao, aguacate o mango, lleguen de la mano de una correcta combinación de sector privado y asociatividad campesina, para volverse una alternativa concreta. Ejemplos existen ya, pero se necesita voluntad política y entendimiento con los empresarios, dueños de tierras y líderes sociales para ponerlos a marchar. Eso, entre otras cosas, incentiva la reconciliación en el territorio y desactiva las fuentes de sustento ilegal que, en muchos casos, son la única opción de miles de familias.

Presidente: ¡deje de pelear! Usted tiene razón en el diagnóstico, tiene a la vista algo le está saliendo relativamente bien. ¡Cómo no nos vamos a poner de acuerdo, siquiera en esto! La interdicción es el camino.

QOSHE - Interdicción: ¡es por ahí! - José Manuel Acevedo
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Interdicción: ¡es por ahí!

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02.04.2024
Todavía me cuesta entender cómo habiendo tanta oportunidad de concentrarse en temas en los que podría haber un verdadero cambio, al presidente Petro le gusta más la pelea estéril que el buen gobierno. Hablemos de lo que Petro no deja ver, como escribió Cristina Carrizosa en El Espectador, recientemente. Por ejemplo, la visión estratégica de enfocarse más en la interdicción que en la erradicación, a la hora de hablar de drogas.

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Se trata de un énfasis correcto que requiere disciplina, método, seguimiento, inversión y apoyo a las fuerzas militares, especialmente a la Armada de Colombia, que ha hecho un magnífico trabajo en ese frente. Y sí, señor presidente, los noticieros lo registramos aunque a usted se le haya vuelto costumbre eso de decir que “esto no será noticia” o que “no lo verán en los grandes medios”. Cada tonelada incautada es una extraordinaria........

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