Las Jornadas de Poesía Ciudad de Bogotá y la revista Ulrika celebraron el pasado lunes y martes tres eventos ponderando el Legado de Jotamario Arbeláez. Transcribo referencias a cada uno de los 3, o 4, sugestivos lugares.

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Universidad Nacional: no ingresé a la universidad porque perdí el bachillerato en Santa Librada por haberme integrado al nadaísmo durante los exámenes finales tal como lo narro en el poema Santa Librada College, gracias al cual años más tarde me fue expedido lo que llamaría el cartón de bachiller horroris causa, y la medalla de Ilustre egresado.

Desde entonces supe que la poesía haría más por mí que cualquier otra profesión liberal o conversadora. Pero cuando me vine de Cali a tomarme la capital sin tener ni para tomar un tinto ni dónde poner a dormir el fatigado esqueleto, después de tirar bombillo por las calles delincuenciales hallaba dormida en las residencias estudiantiles de esta universidad, pues el nadaísta caleño Diego León Giraldo –el que hizo la película sobre Camilo Torres, el cura guerrillero– me prestaba su cuarto mientras él salía para clases. Y cuando no lo hacía él me cedía su camastro el también compañero del grupo Carlos Duplat, como debe haberlo contado con lujo de detalles cuando lo torturaron por haber ideado la sustracción subterránea de las armas del Cantón Norte. Hasta que un día, durante la administración del rector Brieva Bustillo, el encargado de asuntos culturales Fernando Garavito cursó invitación en patota a los nadaístas como celebración atrasada de sus primeros 20 años de trasegar. Era por los días de la toma de la embajada de la República Dominicana por el M-19, cuarenta y piquito de años antes de tomarse el poder para nada, como era el eslogan político del nadaísmo.

Íbamos Elmo Valencia, Eduardo Escobar, Samuel Ceballos y Jotamario a tratar de entrar por las puertas de la 26 cuando los militares nos hicieron alzar los brazos, nos esculcaron y nos pidieron las cédulas. El hecho es que ninguno llevaba la tal identificación oficial, por lo que fuimos rechazados. Por coincidencia llegaba un grupo de payasos amigos nuestros al que le contamos nuestro problema y nos disfrazaron de tales y así pudimos ingresar al recinto y dimos nuestro recital vestidos como lo que se consideraba que éramos. A partir del otro día pusimos el grito en el cielo por los medios de comunicación que nos hacían caso, denunciando la militarización de la universidad desde los tiempos de Lleras Restrepo. Fue tal el escándalo que desde entonces se levantó la militarización de la entrada de la universidad. Y por eso hoy pude ingresar, como cualquier profesor, estudiante o visitante, sin identificación ni requisa.

Biblioteca Nacional: en sus gradas Gonzalo Arango presentó el nadaísmo en 1959. Para celebrar los 60 años del movimiento su directora Consuelo Gaitán me encomendó un panorama poético que recogió “60 poetas nadaístas de los últimos días”, que dado el abultado paginaje hubo de quedar en 33, en edición digital. Su nueva directora, Adriana Martínez Villalba, me propone editar como un suplemento a los 27 poetas suprimidos entonces por razones de espacio. El 24 de septiembre de 2009, como celebración de mi premio ‘Chino’ Valera Mora, de la Fundación Rómulo Gallegos, su directora Ana Roda me programó un homenaje cuyos ponentes fueron el expresidente Belisario Betancur y el poeta Eduardo Escobar. Es este un lugar sagrado para los escritores, poetas y prosistas, y sus lectores.

Fondo de Cultura Económica. Centro Cultural García Márquez. Esta fantástica editorial y librería, bajo la dirección en Colombia de Gabriela Rocca, ha lanzado Mi reino por este mundo, que he venido presentando en ferias del libro en Colombia y Venezuela. Alcanzo con ello “la corona de la obra”.

Casa de citas. Como en los tres sitios anteriores, en este cuarto nos reunimos a festejarnos poetas nacionales en vivo e internacionales virtuales. Todo gracias a la solidaridad y afecto de los directores de las Jornadas de Poesía Rafael del Castillo y Eugenia Gorrinio. A ellos y a todos, mi gratitud. Ya puedo dejar de escribir tranquilo.

JOTAMARIO ARBELÁEZ

(Lea todas las columnas de Jotamario Arbeláez en EL TIEMPO, aquí)

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Homenaje a ‘trois’ (o a ‘quatre’)

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29.11.2023

Las Jornadas de Poesía Ciudad de Bogotá y la revista Ulrika celebraron el pasado lunes y martes tres eventos ponderando el Legado de Jotamario Arbeláez. Transcribo referencias a cada uno de los 3, o 4, sugestivos lugares.

(También le puede interesar: Venezuela en el corazón)

Universidad Nacional: no ingresé a la universidad porque perdí el bachillerato en Santa Librada por haberme integrado al nadaísmo durante los exámenes finales tal como lo narro en el poema Santa Librada College, gracias al cual años más tarde me fue expedido lo que llamaría el cartón de bachiller horroris causa, y la medalla de Ilustre egresado.

Desde entonces supe que la poesía haría más por mí que cualquier otra profesión liberal o conversadora. Pero cuando me vine de Cali a tomarme la capital sin tener ni para tomar un tinto ni dónde poner a dormir el fatigado esqueleto, después de tirar bombillo por las calles delincuenciales hallaba dormida en las residencias estudiantiles de esta universidad, pues el nadaísta caleño Diego León Giraldo........

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