Me gusta mucho la postura clara que han adoptado, entre otros, Fico Gutiérrez en Medellín, Dumek Turbay en Cartagena, Jaime Andrés Beltrán en Bucaramanga y Carlos Fernando Galán en Bogotá para evitar que las mafias de microtráfico, prostitución y criminalidad que se están devorando a Colombia sigan azotando nuestras principales ciudades.
Dumek ha cumplido lo que prometió y ha emprendido desde el primer día una batalla frontal contra la prostitución infantil y contra todas las estructuras que han pretendido que Cartagena se convierta en un destino global de turismo sexual. Gracias, alcalde Dumek. Bastaba ver las imágenes de todas las miserias y los delitos que noche tras noche se veían en el centro de Cartagena desde su icónica torre del Reloj y a lo largo y ancho de sus calles para entender que en estas materias, permisividad y debilidad desde los despachos oficiales se traducen en delitos multiplicados y mafias fortalecidas.
Estamos a tiempo aún –y Dumek y Yamil Arana, el gobernador, arrancaron bien– para evitar que nuestro Corralito de Piedra sea asociado en el planeta con la venta sexual de adolescentes, y mujeres a depravados y depredadores sexuales.
En Bucaramanga, el alcalde Beltrán mandó un mensaje claro a todos los alcaldes del país para que, cumpliendo la sentencia de la Corte y dentro de sus linderos, no permitan que sus ciudades y pueblos se conviertan en ciudades drogadictas.
Cumpliendo con la misma sentencia, el Ministerio de Justicia expidió un protocolo no vinculante sobre este tema. Tiene cosas válidas, cómo no. Pero tiene otras malas. Por ejemplo, deja la puerta abierta para que los parques donde juegan los niños sean usados de día por los niños y de noche por los consumidores. Gravísimo error.
Ese enfoque vuelve los parques amanecederos de drogadictos. Convierte los parques en basureros de jeringas, excrementos y toda clase de residuos indeseables y peligrosos para los niños. Donde hay vicio hay licor. Donde hay licor hay botellas. Y botellas rotas. Y niños lesionados.
Los parques donde juegan los niños ni de día ni de noche pueden ser habilitados para el consumo de drogas. Gracias, alcalde Beltrán.
En Medellín Fico arrancó, otra vez, jugándose a fondo contra las mafias del crimen. Gracias, Fico. La lucha por la seguridad y la vida de los ciudadanos no puede ser ni débil, ni vacilante, ni blanda ni intermitente.
El ejemplo de Fico, su coraje, su valentía y su decisión para enfrentar el crimen inspiran al país ante tanta debilidad en otras instancias.
Y en Bogotá, el alcalde Galán también empezó a enfrentar con determinación y claridad la catástrofe de seguridad que heredó. Convirtieron a Bogotá en una ciudad que asusta. En la que da miedo salir. En la que delinquen y ponen en peligro la vida de sus ciudadanos en sus cuatro puntos cardinales, en todas las localidades, en todos los estratos y en todas las horas del día.
Se nota que Galán no será un alcalde alharaquiento y camorrero. Leí con detenimiento los ejes del plan de seguridad... ¡cuánta falta le hacía a Bogotá!
Gracias, alcalde Galán. Esa mezcla de voluntad política, claridad conceptual, disciplina administrativa, tecnología, inteligencia para la seguridad y liderazgo frente a la Fuerza Pública será clave para arrebatarle a Bogotá a la delincuencia que se la ha tomado y para devolvérsela a los ciudadanos, a los niños y a las niñas, y a los millones de habitantes de la capital para quienes salir a la calle se ha convertido en un verdadero tormento.
En próximas columnas me referiré a Cali, al Valle y a otros buenos arranques de gobernantes locales que nos están demostrando que Colombia va a salir adelante y que podemos recuperar el camino. Por lo pronto, de nuevo... ¡gracias, alcaldes!
JUAN LOZANO
(Lea todas las columnas de Juan Lozano en EL TIEMPO, aquí)
Ciudades drogadictas, epicentros de prostitución
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22.01.2024
Me gusta mucho la postura clara que han adoptado, entre otros, Fico Gutiérrez en Medellín, Dumek Turbay en Cartagena, Jaime Andrés Beltrán en Bucaramanga y Carlos Fernando Galán en Bogotá para evitar que las mafias de microtráfico, prostitución y criminalidad que se están devorando a Colombia sigan azotando nuestras principales ciudades.
Dumek ha cumplido lo que prometió y ha emprendido desde el primer día una batalla frontal contra la prostitución infantil y contra todas las estructuras que han pretendido que Cartagena se convierta en un destino global de turismo sexual. Gracias, alcalde Dumek. Bastaba ver las imágenes de todas las miserias y los delitos que noche tras noche se veían en el centro de Cartagena desde su icónica torre del Reloj y a lo largo y ancho de sus calles para entender que en estas materias, permisividad y debilidad desde los despachos oficiales se traducen en delitos multiplicados y mafias fortalecidas.
Estamos a tiempo aún........
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