Luego de la monumental derrota en las elecciones, el Presidente puso un trino que sorprendió a muchos: “Hablan de mi derrota política y solo les adelanto un dato: las fuerzas políticas que triunfaron en mi campaña presidencial ganaron en siete departamentos. Hace cuatro años solo incidimos en uno (sic)”. Ciertamente, tiene razón el Presidente en el avance de su partido, ganó donde hubo un pacto entre narcotráfico y política en las regiones más violentas de Colombia, en las que la Defensoría había emitido alertas tempranas sobre la seguridad.

Las gobernaciones en las que realmente ganó el petrismo tienen una característica común: todas ellas son controladas por grupos al margen de la ley. En Nariño, departamento en el cual las disidencias dominan más del 90 por ciento del territorio, el candidato del Pacto Histórico ganó con el 51,50 por ciento de los votos. En Cauca, territorio de las disidencias ‘Jaime Martínez’, ‘Dagoberto Ramos’, ‘Carlos Caliche’ y ‘Nueva Marquetalia’, el Pacto tenía cuatro candidatos: el ganador, Jorge Octavio Guzmán, que obtuvo un 32 por ciento; el tercero, Juan Diego Castrillón Orrego, que logró un 21 por ciento, y otros tres que hacen parte de la coalición. Entre todos suman 12 puntos adicionales. Es decir que en total lograron las dos terceras partes de la votación.

Lo denunciamos en esta columna, que los grupos ilegales pretendían, y lo lograron, tener mayor cohesión territorial y someter a las poblaciones desde lo militar y político, como ya lo estamos viendo en Huila, el Catatumbo, el Cauca y el Pacífico. Señores, bienvenidos a los tiempos donde los alcaldes y concejales tienen el aval del cartel de Sinaloa, el ‘clan del Golfo’, las disidencias o el Eln.

Mientras tanto, la inseguridad aumenta en todo el país. El secuestro se disparó en el último año en casi un 90 por ciento. El Eln demostró que las Fuerzas Armadas están confinadas y se burlaron en la cara del romántico cese bilateral, dejando ver que su única pretensión es consolidar sus fuentes de financiación ilícita y arrodillar a los ciudadanos. El proceso de paz es un blindaje a delincuentes para que no puedan ser atacados y una ofrenda a la población civil, que está indefensa y desorientada porque no tiene a quién recurrir.

En el resto del país los colombianos le dieron un claro mensaje al Presidente: no lo quieren. El reiterado estribillo de Petro de decir que el pueblo está con él y que es el Congreso el que no quiere apoyar sus reformas quedó totalmente desmentido. Bogotá dejó de ser una de sus zonas fuertes, al pasar de 1’769.671 votos en la elección presidencial a obtener apenas 571.591 votos, es decir que perdió más de las dos terceras partes de la votación.

En Medellín, su candidato, Juan Carlos Upegui, no llegó ni al 11 por ciento, mientras que Federico Gutiérrez arrasó con más del 74 por ciento. En Cali, el candidato del Pacto, Danis Antonio Rentería Chala, obtuvo apenas un 11 por ciento. En Barranquilla, la izquierda solo llegó al 9 por ciento. En Bucaramanga, Jaime Calderón Herrera obtuvo un 4 por ciento. El resto del país tuvo la misma tendencia en la que perdió sus grandes bastiones como Bogotá, el Valle y la costa Atlántica, lo que, además, demuestra los millones de personas que se arrepintieron de votar por él.

¿Seguirá diciendo Petro que el pueblo está con él, cuando perdió estruendosamente? Seguramente sí, pero en todo caso, ya nadie le creerá. El país le da un mensaje al Presidente de que no comparte sus políticas y de que incluso quienes votaron por el Pacto Histórico ya se dieron cuenta de que con personas como Nicolás Petro, Armando Benedetti, Sandra Boreal, Álex Flórez, alias Sobrino y compañía, no hay ningún cambio.

LUIS FELIPE HENAO

(Lea todas las columnas de Luis Felipe Henao en EL TIEMPO aquí)

QOSHE - Las oscuras victorias del Pacto - Luis Felipe Henao
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Las oscuras victorias del Pacto

8 0
06.11.2023

Luego de la monumental derrota en las elecciones, el Presidente puso un trino que sorprendió a muchos: “Hablan de mi derrota política y solo les adelanto un dato: las fuerzas políticas que triunfaron en mi campaña presidencial ganaron en siete departamentos. Hace cuatro años solo incidimos en uno (sic)”. Ciertamente, tiene razón el Presidente en el avance de su partido, ganó donde hubo un pacto entre narcotráfico y política en las regiones más violentas de Colombia, en las que la Defensoría había emitido alertas tempranas sobre la seguridad.

Las gobernaciones en las que realmente ganó el petrismo tienen una característica común: todas ellas son controladas por grupos al margen de la ley. En Nariño, departamento en el cual las disidencias dominan más del 90 por ciento del territorio, el candidato del Pacto Histórico ganó con el 51,50 por ciento de los votos. En Cauca, territorio de las disidencias ‘Jaime Martínez’, ‘Dagoberto Ramos’,........

© El Tiempo


Get it on Google Play