Colombia pasó de anhelar ser gobernada por estadistas a ser gobernada por activistas. El anuncio de la asamblea constituyente es una cortina de humo para esconder el cúmulo de fracasos del Gobierno y buscar en un tercero el responsable de su incompetencia. Un gobierno que no busca consensos, busca imponer a través del uso irracional del poder; un gobierno que empieza a saborear las mieles de la dictadura y ve en las cortes, el Congreso y los medios de comunicación al enemigo, y encuentra en la corrupción y los grupos narcotraficantes aliados para lograr la cohesión poblacional y territorial.La Constitución creó un sólido sistema de pesos y contrapesos que permite un control de las actuaciones públicas para salvaguardar la independencia de los poderes públicos y evitar el abuso de poder. Durante sus tres décadas de existencia, nunca antes la Constitución había estado en un peligro tan profundo, y con ello los derechos de todos los colombianos y el Estado social de derecho.Lo más complejo es que la razón del presidente Petro para proponer una asamblea constituyente no es un ánimo de modernizarla, como se ha buscado en Chile, ni de crear nuevos derechos y garantías. El motivo ha sido el rechazo del presidente ante el sistema de frenos y contrapesos que ha venido impidiendo que se aprueben reformas que afectarían la vida de los colombianos. El fracaso de la reforma de la salud, la improvisación en la ‘paz total’, la inseguridad, la corrupción en La Guajira, el decrecimiento económico lo llevan a proponer una asamblea constituyente para amenazar al Congreso con una revocatoria.Pero el Congreso no es el único amenazado. Este es un claro mensaje a todos los poderes públicos de que pueden ser revocados sin ningún control. Es una respuesta a una Corte Constitucional que ha cumplido rigurosamente su trabajo, al revocar normas inconstitucionales impulsadas por el Gobierno. También es una amenaza a la Corte Suprema de Justicia, a la JEP y a la Procuraduría por no haber cedido a las presiones y haber tomado determinaciones de manera independiente.Lo más peligroso es la conformación que pueda tener una asamblea constituyente. El primer aspecto, muy riesgoso, es que la polarización que vive Colombia haría que la mayoría de los elegidos sean de los sectores más radicales de la política. Tal como sucedió en Chile, al proceso llegarían líderes de extrema izquierda y extrema derecha que podrían terminar promulgando una Constitución radical, lejos de la ponderación y el equilibrio de la Constitución de 1991. El segundo es que seguramente Petro aprovechará la propuesta como un impulso para ofrecer curules al Eln, a las disidencias y al ‘clan del Golfo’, como resultado de un dudoso proceso de paz que hasta el momento solo les ha entregado medio país.Lo malo de este libreto es que el Gobierno ya debilitó a las Fuerzas Armadas y fortaleció a los grupos ilegales, le declaró la guerra a la economía, afectando el aparato productivo y acabando con la confianza en la inversión, las reformas son retardatarias y destructivas, y en vez de generar una unidad nacional, con una política del odio pretende declararles la guerra a las regiones, siendo sus principales víctimas Barranquilla, Medellín y Bogotá.Petro quiere hacer trizas la Constitución porque le gusta gobernar en el caos; le incomoda Boric por demócrata, él es mucho más afín a la dictadura de Maduro, siendo totalmente obsecuente con los abusos a la población y a la oposición del país vecino. Los colombianos debemos defender nuestra Constitución de esta grave amenaza que puede destruir nuestro Estado de derecho, tal como sucedió en Venezuela con la expedición de la Constitución de 1999, por la cual el chavismo está próximo a cumplir tres décadas en el poder y no quiere dejarlo.LUIS FELIPE HENAO(Lea todas las columnas de Luis Felipe Henao en EL TIEMPO, aquí)
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Colombia pasó de anhelar ser gobernada por estadistas a ser gobernada por activistas. El anuncio de la asamblea constituyente es una cortina de humo para esconder el cúmulo de fracasos del Gobierno y buscar en un tercero el responsable de su incompetencia. Un gobierno que no busca consensos, busca imponer a través del uso irracional del poder; un gobierno que empieza a saborear las mieles de la dictadura y ve en las cortes, el Congreso y los medios de comunicación al enemigo, y encuentra en la corrupción y los grupos narcotraficantes aliados para lograr la cohesión poblacional y territorial.La Constitución creó un sólido sistema de pesos y contrapesos que permite un control de las actuaciones públicas para salvaguardar la independencia de los poderes públicos y evitar el abuso de poder. Durante sus tres décadas de existencia, nunca antes la Constitución había estado en un peligro tan profundo, y con ello los derechos de todos los colombianos y el........
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