Esperábamos que con el secuestro de Luis Manuel Díaz, el Gobierno se pusiera las pilas y exigiera al Eln un compromiso público y contundente de que dejará de secuestrar, a cambio de que no se produzca una pausa en la mesa de negociación.

Eso no pasó. Lo que hizo más bien el Gobierno fue una declaración suplicante: que en las próximas mesas, que no se suspenderán, solicitarán a los elenos que liberen a todos sus secuestrados, que, por cierto, no hemos podido saber cuántos son de verdad.

El jovenzuelo Danilo Rueda reconoció en el debate ante el Congreso que el tema del secuestro no se ha abordado suficientemente en la mesa. Peor, alias Antonio García hasta reconoció que el tema del secuestro ni siquiera se ha incluido en la mesa de diálogo. Afirmó además amenazadoramente que “el Eln no aceptará imposiciones ni chantajes. No se hagan ilusiones”. ¿Y entonces, los protocolos que firmaron apoyando el DIH, que prohíbe el secuestro, son de plastilina?

Jamás sabremos si el carro de la transportadora de valores Brinks se encontraba en la caravana del recibimiento del secuestrado Díaz por casualidad, o si su cometido era el pago de un rescate, porque esa modalidad del carro de valores hace años que se usa en los rescates de los secuestros extorsivos.

Pero rayan en lo insólito las declaraciones del ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, muy afines con las de alias Antonio García. Dice que si les vamos a exigir a los elenos que dejen de secuestrar, tendremos que asegurarles su sustento, con un estipendio que saldrá de nuestros impuestos, o tratarán de conseguir en el exterior, mientras la mayoría de los colombianos nos deslomamos trabajando. Entonces, ya no se necesitarán las camionetas de Brinks, porque el dinero les fluirá por derecho propio, ya que cumplen con el principal requisito: si no secuestraran, no verían ni un peso. Eso es extremadamente contradictorio y moralmente devastador.

¿Cómo será que hasta Otty Patiño, jefe de la delegación del Gobierno en la mesa y quien valientemente fue quien tomó la iniciativa de denunciar que el Eln era el secuestrador del profesor Díaz, se desmarcó del ministro del Interior, así como lo hizo el senador Iván Cepeda?

Ambos sostienen que dicha manutención se justificaría el día en que haya cuajado el acuerdo de una reincorporación con base en reglas fijadas por un programa serio. Y, añadiría yo, cuando se hayan desarmado totalmente, cosa que no parece factible porque alias Gabino ya anunció que eso no sucederá jamás. Añade Cepeda que de ninguna manera se trata de ceder ante el chantaje del Eln para que este deje de delinquir y se fortalezca. ¿Entonces, qué es esta vagabundería de estar ofreciendo platas desde el Ministerio del Interior para comprarle al Eln la franquicia del secuestro?

Me viene a la memoria, paréntesis, que el entonces senador Luis Fernando Velasco fue una de las víctimas de los ‘falsos positivos’ de ‘parapolíticos’ que practicaba en su época su colega, el ministro de Defensa Iván Velásquez. Lo metió preso y luego tocó liberarlo porque Velasco era inocente, como le pasó a la exsenadora Nancy Patricia Gutiérrez. Pues en manos de estos dos ministros está el futuro de la tal paz total. Mientras el Gobierno tolera que las Farc expulsen de varios territorios al Ejército, después de secuestrar a los soldados por unas horas y luego sacarlos corriendo porque, según alegan, dizque “les han incumplido lo pactado” (¿y qué será lo pactado?), los del ‘clan del Golfo’ hacen millones fungiendo de agentes turísticos de los que cruzan por el Darién.

Mientras la paz total siga manejada al arbitrio de los pálpitos del jovenzuelo Rueda, esto no va para ninguna parte: estamos crudísimos. Veremos cuánta es la determinación de los delegados del Gobierno a la hora de poner en práctica en la mesa de negociación la “rogativa” de que el secuestro debe acabar porque esto no puede avanzar así. ¿Pero si se les demora un poco a los elenos el estipendio que les ofrece generosamente el ministro Velasco para su sustento, mantendrán mientras tanto la disculpa de que tienen que seguir secuestrando, para financiarse?

Entretanto... Esta semana hemos reunido datos para rellenar los vacíos del perfil de Gustavo Petro Urrego. Es adicto al tinto; detesta la leche y los lácteos; le fascina el sancocho; prepara unos buenos espaguetis a la amatriciana; y a 40 de sus funcionarios no tiene reparos en alimentarlos con un mercado que ha levantado controversia, no por el precio de 30 millones de pesos, como se cree equivocadamente, sino porque incluye gaseosas, procesados y paqueticos, que al resto de colombianos nos los puso por los cielos subiéndoles el impuesto, que aumentará progresivamente hasta el 2025, dizque para que no nos autoinflijamos daño en nuestra salud. Ah, importantísimo: y que duerme desnudo.

MARÍA ISABEL RUEDA

(Lea todas las columnas de María Isabel Rueda en EL TIEMPO, aquí)

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¿Qué es esta vagabundería?

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12.11.2023

Esperábamos que con el secuestro de Luis Manuel Díaz, el Gobierno se pusiera las pilas y exigiera al Eln un compromiso público y contundente de que dejará de secuestrar, a cambio de que no se produzca una pausa en la mesa de negociación.

Eso no pasó. Lo que hizo más bien el Gobierno fue una declaración suplicante: que en las próximas mesas, que no se suspenderán, solicitarán a los elenos que liberen a todos sus secuestrados, que, por cierto, no hemos podido saber cuántos son de verdad.

El jovenzuelo Danilo Rueda reconoció en el debate ante el Congreso que el tema del secuestro no se ha abordado suficientemente en la mesa. Peor, alias Antonio García hasta reconoció que el tema del secuestro ni siquiera se ha incluido en la mesa de diálogo. Afirmó además amenazadoramente que “el Eln no aceptará imposiciones ni chantajes. No se hagan ilusiones”. ¿Y entonces, los protocolos que firmaron apoyando el DIH, que prohíbe el secuestro, son de plastilina?

Jamás sabremos si el carro de la transportadora de valores Brinks se encontraba en la caravana del recibimiento del secuestrado Díaz por casualidad, o si su cometido era el pago de un rescate, porque esa modalidad del carro de valores hace años que se usa en los........

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