Nunca hemos puesto en duda que nuestro Presidente se graduó de economista en la Universidad Externado de Colombia. Pero es probable que en esa época le pasara lo mismo que ahora como presidente: que poco hubiera aprendido, porque se la pasaba divagando sobre esparcir el polvo de la vida en las estrellas.

Pero sí nos extraña que bajo el gobierno de un economista, el Ministerio de Hacienda hubiera acusado esta semana a los empresarios colombianos de ser los culpables de la inflación del país, según comunicado emitido, en el que expresamente se afirma: “Las utilidades de las firmas han sido el factor que más ha aportado al aumento de la inflación”.

Inmediatamente reaccionaron importantes pensadores económicos del país como exministros y presidentes gremiales, entre otros el de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, para quien “la inflación en Colombia ha estado determinada por choques de oferta, como el aumento del precio de los ‘commodities’, incluyendo el de los insumos agropecuarios, y estímulos a la demanda agregada por una política monetaria que fue muy expansiva en la primera parte del ciclo, y una política fiscal que continúa siendo muy expansiva, completando en 2024 cinco años consecutivos con déficit por encima del 4 % del PIB”. Pero asegura que “no se puede concluir que el aumento de la inflación esté asociado a un mayor poder de mercado por parte de las empresas”.

Petro usa enamorarse de pensadores económicos extranjeros cuando encuentra que cuadran con sus tesis económicas. Así fue con la economista italiana Mariana Mazzucato, a quien citaba en todos lados; se la trajeron pagada al país para que le hiciera los honores, pero Petro la abandonó por completo desde que, en su visita, ella dejó muy claro que el sector privado, el villano de Petro, podía perfectamente y era conveniente que trabajara en asociación con el público.

Ahora Petro descubrió a otra diva de la economía: la alemana Isabella Weber, profesora asistente de la Universidad Amherst de Massachusetts, conocida por haber tomado posición a favor de una política de control de precios, en un famoso artículo en ‘The Guardian’ en 2021, que causó revuelo entre los economistas. Paul Krugman la llamó “estúpida”. (Después se disculpó). Para Weber, en el contexto de la inflación, la codicia empresarial juega un papel, razón importante de la subida de los precios.

La realidad sugiere, por el contrario, que mientras las empresas generen más utilidades, invierten más y contratan más empleados; pero según el Dane, estamos pasando por una racha de los peores índices de inversión de las últimas décadas, y el exministro Juan Camilo Restrepo recuerda que la inversión depende directamente de las utilidades. Por eso, decir que es malo que ellas crezcan es falsear la economía de mercado. Y terminaríamos concluyendo locamente que mientras peor le vaya a una empresa, mientras menos gane y menos crezca, mejor le va a la economía.

Además, qué coincidencia. El concejal Daniel Oviedo descubrió que hay un extraño parecido entre este comunicado del Ministerio de Hacienda colombiano y uno de la Secretaría del Trabajo mexicana, en el que aparece esta frase: “Docentes de la Universidad de Amherst explican cómo las empresas, en un intento por aumentar sus ganancias en períodos de emergencia, contribuyen a que una inflación ya elevada se incremente más y sea más persistente, como en la actualidad”.

Hasta ahora, esta teoría, aunque ensayada bajo su carácter empírico en algunos países como Alemania, se ha limitado a ser responsabilidad de sus autores.

A finales de semana, ante la incomodidad gremial, hubo “disculpa” de la viceministra de Hacienda, María F. Valdés, asegurando que no pretende estigmatizar a los empresarios; sino que son numerosos los estudios que respaldan la idea de que las ganancias han desempeñado un papel fundamental en la inflación reciente a nivel mundial y que incluso el FMI, a través de un famoso trino el año pasado, acogió la teoría. Pero según Mejía, esta metodología aún no ha surtido un proceso de revisión estándar de pares para su publicación como artículo académico.

Es obvio que el interés por promover esta teoría es el de distraer el peso inflacionario de los salarios y trasladárselo a las utilidades. Pero me pregunto si, además, porque esto no fue que se le chispoteara al Ministerio de Hacienda, estamos en los preámbulos de una política de control de precios en Colombia, frente a lo cual, ahí sí la esperanza en la inversión sería el acabose. O si no, pregúntenle a la calificadora Standard and Poor’s, que advierte que la perspectiva de la economía colombiana hay que analizarla “con mañita”.

Entretanto... ¿A quién le importa en este mundo si Petro es o no pariente de Noel Petro, el Burro Mocho?

MARÍA ISABEL RUEDA

(Lea todas las columnas de María Isabel Rueda en EL TIEMPO, aquí)

QOSHE - Empresarios inflacionistas - María Isabel Rueda
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Empresarios inflacionistas

4 70
21.01.2024

Nunca hemos puesto en duda que nuestro Presidente se graduó de economista en la Universidad Externado de Colombia. Pero es probable que en esa época le pasara lo mismo que ahora como presidente: que poco hubiera aprendido, porque se la pasaba divagando sobre esparcir el polvo de la vida en las estrellas.

Pero sí nos extraña que bajo el gobierno de un economista, el Ministerio de Hacienda hubiera acusado esta semana a los empresarios colombianos de ser los culpables de la inflación del país, según comunicado emitido, en el que expresamente se afirma: “Las utilidades de las firmas han sido el factor que más ha aportado al aumento de la inflación”.

Inmediatamente reaccionaron importantes pensadores económicos del país como exministros y presidentes gremiales, entre otros el de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, para quien “la inflación en Colombia ha estado determinada por choques de oferta, como el aumento del precio de los ‘commodities’, incluyendo el de los insumos agropecuarios, y estímulos a la demanda agregada por una política monetaria que fue muy expansiva en la primera parte del ciclo, y una política fiscal que continúa siendo muy expansiva, completando en 2024 cinco años consecutivos con déficit........

© El Tiempo


Get it on Google Play