La alocución más corta de Petro en su historia fue la que pronunció la noche de las elecciones del domingo 29. No superó los cinco minutos, a pesar de que a él le encanta escucharse divagando sobre las estrellas. Tenía la lógica misión de comentar el transcurso de la jornada electoral, pero haciendo la maroma de saltarse la derrota del Pacto Histórico.

Y en tan breve tiempo dijo, como es usual en él, todo tipo de inexactitudes. Por ejemplo, que “sin importar los resultados, es un día en el que el pueblo colombiano votó en paz” (…) “La capacidad de nuestra Fuerza Pública y los avances en la paz garantizaron una jornada tranquila (...), sin la amenaza de organizaciones armadas o grupos delincuenciales”. El primer desmentido corrió por su propia cuenta. A renglón seguido reconoció que habían incendiado la Registraduría de Gamarra (Cesar), donde una humilde funcionaria de la entidad, madre de dos pequeños hijos, murió calcinada. Todos saben quién lideró la conflagración y a qué grupo político pertenece. ¿Por qué no lo han capturado?

Cómo habrá echado de paja Petro, que ni EL TIEMPO se atrevió a titular en primera página, como era su costumbre desde hace más de sesenta años, ‘Colombia votó en........

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