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Globalmente los precios tienden a bajar y los puntos de recarga van en aumento, pero con inconvenientes. En Colombia, la recarga fuera de casa mejora lentamente

Con la conciencia medioambiental en permanente crecimiento, impulsada por fechas límite a mediano plazo para la venta de autos cero emisiones en gran parte del mundo civilizado, los eléctricos poco a poco van aumentando su presencia en las vías por las obvias ventajas de contaminación inexistente, marcha silenciosa, agradable e instantánea respuesta al acelerador -potencia que no se pierde en las montañas con mucha altura sobre el nivel del mar-, además de un costo de operación mucho más bajo.

En muchos países el precio de los autos eléctricos -que siguen siendo caros-, se ha reducido en una especie de guerra comercial donde viene habiendo importantes descuentos en autos de Volkswagen, Tesla y Ford entre otros. ¿Por qué? Hubo un elevado y relativamente largo “pico” en las ventas tras la pandemia por la demanda reprimida conformada en parte por compradores entusiastas y gente que aprovechó subsidios estatales actualmente menos generosos o desaparecidos.

Hoy, con la excepción de Tesla, las ventas no crecen al entusiasta ritmo esperado, porque en muchos países la gente normal menos aficionada o ávida de comprar lo más avanzado pero que necesita un eléctrico normal, no está dispuesta a pagar una diferencia de precio tan marcada.

Menos cuando los chinos, con marcas como BYD, verdaderos especialistas en eléctricos, líderes en tecnologías de baterías -es lo más caro de todo lo que compone un carro, cerca del 30% del valor total actualmente-, no dependen de un proveedor de pilas con todos los potenciales obstáculos que eso traería a las cadenas de suministro y las ganancias, repercutiendo en mayores precios.

Renault Zoe. Foto de Renault.com.co

Los atractivos precios de los chinos llegan también por la sobreoferta de marcas en su mercado. Había que exportar el exceso, y así penetran y crecen en muchos países ocupando los puestos superiores de los listados de eléctricos. Adicionalmente, los subsidios del estado chino a las empresas de autos son vitales para las ganancias – precio favorable por cada vehículo vendido.

Ante ese panorama, no son pocas las automotrices conocidas que han replanteado sus inversiones y estrategias. Por ejemplo, Ford trabaja duro para mejorar las pilas de litio, hierro y fosfato LFP, y como tantas, Toyota lleva casi 10 años tratando de que las futuras baterías de estado sólido sean lo mejor de lo mejor.

En síntesis, aunque aún son caras y el precio de ciertos materiales no es estable incluso al vaivén de asuntos políticos (caso del grafito, vital para la durabilidad del conjunto baterías – electrodo negativo o ánodo, cuya producción y procesamiento lidera China…), hoy el precio es mucho menor y se prevé que cada día sean aún más baratas, livianas, entregando mayor autonomía para el mismo tamaño (mayor densidad energética) y tiempos de recarga cada vez más cortos.

Byd Seal, para el segmento D. Foto, Byd.com.co

LA VERDAD SOBRE LOS PUNTOS DE RECARGA

Al día de hoy no solamente en Colombia sino en gran parte del mundo hay una gran inseguridad en los potenciales dueños por la carencia de suficientes puntos de recarga por fuera de casa. Si bien el temor tiene fundamento (recientes estudios demuestran que la mitad de los dueños de un eléctrico tiene otro carro de combustión para viajes de más de 100kms), también es cierto que los puntos de recarga se multiplican cada día en todo el planeta a diferente ritmo según el país y departamentos o estados dentro del mismo.

Según lo que se vive en gran parte del mundo desarrollado, hay un fabricante que lidera la expansión de estaciones de recarga ya numerosas en carreteras de esas naciones, y........

© El Tiempo