Al ministro de Defensa, Iván Velásquez, hay que reconocerle su franqueza. En medio del debate sobre el deterioro de la situación de orden público, terminó por aceptar lo que para la población de cientos de municipios y una veintena de departamentos es una verdad de a puño: que los grupos armados ilegales crecieron en 2023. “No tengo a mano las cifras –explicó Velásquez en rueda de prensa esta semana, según ‘Cambio’–, pero sí puedo decir que, efectivamente, ha habido un incremento tanto en el Ejército de Liberación Nacional como en el ‘Estado Mayor Central’ y el ‘clan del Golfo’...”.El reconocimiento ministerial dejó mal parado al senador gobiernista Iván Cepeda, quien más temprano, en La W, había osado decir que “no existe el documento” revelado por ‘La Silla Vacía’, en el que las Fuerzas Militares registran el aumento del pie de fuerza de esos grupos criminales.El documento existe y es muy diciente. Se basa en un estudio de inteligencia que cubre el primer semestre de 2023. Confirma que el Eln, los ex-Farc y el ‘clan del Golfo’ cuentan con más de 16.000 hombres armados, lo que marca un aumento del 11 % –solo en ese primer semestre– frente a 2022.Las fuentes de ‘La Silla Vacía’ explican que lo ocurrido en el segundo semestre aún no está debidamente contabilizado, y agregan que “... el crecimiento de estos grupos (en el año completo) podría ser mayor”. El ‘clan del Golfo’ es el que más creció, un 23 %. Los dos grupos de disidencias de las Farc aumentaron 9% (el de alias Iván Mordisco) y 6 % (la ‘Segunda Marquetalia’), mientras el Eln aumentó 5,3 %.En el caso del Eln, es evidente la forma como se ha burlado del cese del fuego que pactó el año pasado con el Gobierno. Según reveló La W, entre el 30 de enero y el 7 de marzo de este año (37 días en total), los datos del Ministerio de Defensa refieren más de 300 acciones ofensivas de ese grupo criminal, para un promedio de más de ocho diarias. De ellas, 293 han sido contra la población civil y 17 contra la Fuerza Pública.Estas dos cifras traducen quién paga el costo del cese del fuego: ni militares ni policías pueden actuar contra el Eln, salvo si ese grupo los ataca. Al estar en tregua con la Fuerza Pública, los elenos se ensañan con la población civil para ejercer su terrorífico dominio territorial, todo ello ante la pasividad de los uniformados, imágenes que el país ha visto en varios municipios y veredas. Un informe de la Defensoría del Pueblo confirma el deterioro y asegura que estos grupos extendieron sus acciones a 293 municipios en 2023, un aumento del 36 % de su presencia territorial.Otra prueba del fracaso de la política del Gobierno es que la superficie de coca sigue en aumento. Según un reciente reporte de la Organización de Control de Narcóticos de la ONU, por segundo año consecutivo el área sembrada marcó un récord histórico: 230.000 hectáreas, una subida anual del 13 %, con una consecuente alza del 24 % de la cantidad potencial de cocaína procesada. Con razón, ‘El País’ de Madrid revelaba a inicios de mes que el narcotráfico desde países como Colombia “está más fuerte que nunca” e “inunda a Europa de cocaína”.En vez de asumir la responsabilidad que le corresponde a su gobierno, el presidente Gustavo Petro lanzó un durísimo ataque a la ONU. Claro que la comunidad internacional tiene buena parte de la culpa de la tragedia de las drogas ilícitas, pero para decírselo hay que reconocer la responsabilidad propia, y ya sabemos lo malo que es Petro en eso de aceptar culpas.Lástima que la confesión de Velásquez no va a conducir a nada, porque a pesar de tan contundentes cifras, tanto en el Gobierno como en la bancada petrista insisten en que el cese del fuego con el Eln, en particular, y la política de Paz Total, en general, van de maravilla. De maravilla sí, pero para los grupos armados. Porque para la población civil, todo va de mal en peor.MAURICIO VARGASmvargaslina@hotmail.comInstagram: @mvargaslinares(Lea todas las columnas de Mauricio Vargas en EL TIEMPO, aquí)
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Al ministro de Defensa, Iván Velásquez, hay que reconocerle su franqueza. En medio del debate sobre el deterioro de la situación de orden público, terminó por aceptar lo que para la población de cientos de municipios y una veintena de departamentos es una verdad de a puño: que los grupos armados ilegales crecieron en 2023. “No tengo a mano las cifras –explicó Velásquez en rueda de prensa esta semana, según ‘Cambio’–, pero sí puedo decir que, efectivamente, ha habido un incremento tanto en el Ejército de Liberación Nacional como en el ‘Estado Mayor Central’ y el ‘clan del Golfo’...”.El reconocimiento ministerial dejó mal parado al senador gobiernista Iván Cepeda, quien más temprano, en La W, había osado decir que “no existe el documento” revelado por ‘La Silla Vacía’, en el que las Fuerzas Militares registran el aumento del pie de fuerza de esos grupos criminales.El documento existe y es muy diciente. Se basa en un estudio de inteligencia que cubre el primer semestre........
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