Como ya lo he dicho, con el paso del tiempo adquirir libros ha llegado a convertirse para mí antes que en capricho, limitado apenas por las obvias penalidades del bolsillo, en una necesidad irrefrenable (auténtica fiebre) no siempre acorde con las expectativas iniciales: muchas veces lo comprado resulta ser un fiasco, otras una maravilla. Y eso también es emocionante.

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Algo gratificante y provecho es, como en este caso, el hallazgo de una auténtica obra de arte que en tamaño, peso y extensión (¡10 × 10 centímetros y 370 gramos para 407 paginitas!) sería solo una obra destinada a la imaginación, pero que en realidad, y por fortuna, ha llegado al mercado de libros bajo el prestigio editorial, reconocido aquí y fuera del país, de Benjamín Villegas, para entregar al universo de sus lectores este acopio fotográfico de un verdadero artista de la naturaleza como lo es Andrés Hurtado García, escritor, cronista, educador y columnista pero, ante todo, reconocido ambientalista y caminante sin cansancio.

Así, esta que yo llamaría miniatura-inmensa, comentada en español e inglés bajo el afortunado título de Colombia secreta, ha logrado llevar al conocimiento admirado de letrados y profanos la inigualable realidad de este país que tanto queremos y que Hurtado camina desde niño, y aún lo sigue andando, y de seguro continuará recorriendo a todo lo largo, ancho y hondo de su extenso “mapamundi”. Se trata de una selección fotográfica de cuyos rincones, medidos en tierras o aguas, en soles o nieves, en bosques o arenas, se muestran en su espléndida belleza y su genuina historia, desde luego apasionante.

Las llanuras, los páramos, las costas, los ríos y lagunas, los esteros, los mares, los caños, los campos. En suma, esa escondida riqueza sin tasación posible para el regodeo estético de quienes (millones de compatriotas) podemos acceder a disfrutarla sin medida, resalta más aún si, como se sabe, a partir de su magisterio en el colegio Champagnat y de su trabajo en medios de comunicación, Andrés Hurtado nos ofrece, de la mano de Benjamín Villegas y su equipo, la hasta hoy inédita visión de un país que, pese a muchos sinsabores y quebrantos –de siempre y de última hora–, nos enorgullece ante el mundo, y nos invita, como siempre, a vivir y entender tantos tesoros de la naturaleza.

Es un aporte a Colombia, a su imagen, a la cultura y a la urgencia, ahora más que nunca como lo estamos viendo, de querer y defender el medio ambiente. Qué bien.

VÍCTOR MANUEL RUIZ

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