Un 27 de marzo de 1929 nace en las mágicas tierras de San José de Toluviejo la figura de Lidio Arturo García Álvarez, miembro de una familia demasiado visible en esa región. El Dr. Lidio García fue un hombre de imaginación. En las personas de mediano cuerpo el alma irriga mejor y la imaginación dispone de todo, dice Pascal: crea la belleza, la justicia, que son el todo del alma.

Por eso pudo darles el Dr. Lidio García un sereno encanto a sus grandes ejecutorias. Médico cirujano de la prestigiosa universidad de Cartagena, en donde arma su gran vocación de servicio, llega a El Carmen de Bolívar, donde lo acoge la hospitalidad y el gran calor humano de su gente.

Es director del Hospital Montecarmelo (Donde hace la adecuación para que se convierta en el más importante de la región). Su vocación de servicio lo lleva a ser elegido concejal por el partido conservador, lugar desde el que muestra su liderazgo con sus grandes iniciativas, las cuales hacen a visible esa corporación. Por su grandes méritos lo llaman a ocupar la Secretaria de Educación del departamento y así empieza su fulgurante carrera que lo lleva a ser elegido representante a la Cámara, en la que promueve iniciativas para que nuestra tierra tenga un norte de acuerdo a su importancia.

El Dr. Lidio García se muestra al lado de las grandes figuras de su partido como Raymundo Emiliani Román y el siempre recordado Álvaro Gómez Hurtado. Su gran trabajo legislativo lo lleva al Senado de la República, donde se destaca por su ideario al servicio de la patria.

Su vida fue inmaculada al servicio de la medicina y del país, en todas las posiciones eminentes que ocupó. Nunca perdió su sencillez y la cordialidad que siempre le caracterizaron. Fue un conversador y un lector infatigable, virtudes propias de los grandes valores humanos.

El Dr. Lidio García Álvarez será ejemplo perdurable en una sociedad ansiosa de contar entre sus guías con seres impolutos que la preserven y la ilustren. La vida de Lidio Arturo García Álvarez fue y será ejemplo en todos los planos. Masón reconocido en el más alto grado, rotario distinguido con las más honrosas distinciones, todo lo hizo el Dr. Lidio Arturo García Álvarez con la firme convicción que sea nuestro amor a la patria hondo, a veces callado y siempre vivo sentimiento de irrevocable vinculación espiritual y material a la tierra que lo acogió desde que sus plantas la pisaron por primera vez, la tierra de nuestros recuerdos y esperanzas, la de nuestros amores y nuestras penas, la que merece nuestros servicios porque nos sirve desde la cuna hasta la tumba.

Su queridísima esposa Cecilia Turbay Turbay, sus hijos Cecilia Del Rosario, José Félix, Rosa América, Lidio Arturo, María Angélica y toda su familia, todos sus amigos, hoy sentimos el vacío inmenso que nos deja su ausencia.

Con el Dr. Lidio Arturo García Álvarez se fue la última reserva moral que teníamos. Se fue el Dr. Lidio Arturo García Álvarez anhelando ver a su hijo Lidio Arturo García

Turbay ostentando la dignidad de presidente de nuestro país.