Desde principios del siglo XX, cada 8 de marzo se conmemora la valentía y la determinación de aquellas mujeres que se levantaron en pie de lucha para exigir igualdad, justicia y reconocimiento en la sociedad. El derecho al voto o la ocupación de roles de liderazgo en sectores predominantemente masculinos son ejemplo de los logros alcanzados durante esa contienda contra las disparidades de género.

No son pocos los casos de mujeres inspiradoras que en la actualidad ocupan cargos y roles destacados en la cultura, la economía, la política, el deporte y muchas otras áreas. Directoras ejecutivas de empresas Fortune 500; científicas galardonadas con premios Nobel; artistas, escritoras y cineastas, que desafían las narrativas tradicionales y ofrecen nuevas perspectivas que enriquecen nuestro entendimiento del mundo; emprendedoras y lideresas empresariales, que impulsan la innovación y generan oportunidades de crecimiento y desarrollo; lideresas políticas, que promueven políticas inclusivas y representan los intereses de comunidades marginadas; e, incluso, grupos de mujeres que se reúnen en escenarios deportivos (como las clases de zumba a las que yo asisto), componen la amplia lista de quienes, en su paso por el fomento de la confianza, la camaradería, la sororidad y el sentido de comunidad, logran labrar su propio camino, dejar huella y cambiar el curso de la historia.

No olvidemos que las mujeres también desempeñan un rol fundamental en la conformación de grupos de apoyo y voluntariados. Desde la creación de redes de apoyo para sobrevivientes de violencia de género hasta el trabajo en comunidades desfavorecidas, muchas mujeres lideran iniciativas que promueven el bienestar y la solidaridad.

Cada día, mujeres de todas las edades, razas, etnias y condiciones socioeconómicas continúan desafiando el statu quo y construyendo un futuro más justo y equitativo para próximas generaciones. Cuando las mujeres prosperan, toda la sociedad se beneficia. Por ello es imprescindible seguir apoyándolas y empoderándolas en su lucha por la igualdad.

Hoy, Día Internacional de la Mujer, es importante reconocer y celebrar los logros alcanzados, pero también recordar que aún queda mucho por hacer. Debemos seguir trabajando juntos para eliminar las barreras que impiden el pleno desarrollo y la igualdad de oportunidades para todas las mujeres, en todas partes del mundo. El 8 de marzo no solo es un día para conmemorar, sino también para renovar nuestro compromiso con la igualdad de género.

¡Feliz Día Internacional de la Mujer!

Las opiniones aquí expresadas no comprometen a la UTB ni a sus directivos.

*Profesora de la Escuela de Negocios, UTB.