Con estupor y enorme preocupación han recibido los habitantes de Bocagrande, Castillogrande y El Laguito (Bocala) los argumentos del señor presidente de la República que fundamentan las instrucciones que ha impartido para que los costos de la megaobra de recuperación del Canal del Dique se carguen a sus habitantes por medio del sistema de valorización.

Con el ánimo de ilustrar mejor al señor Presidente, es menester hacer las siguientes precisiones:

1. Cuando se refiere a que las obras del Canal del Dique evitarán que se inunden los barrios de “los ricos de la aristocracia cartagenera”, es pertinente señalar que estas obras por su magnitud e influencia desbordan los intereses de nuestra comunidad y constituyen un proyecto país, donde los beneficios no son únicamente para los habitantes de Cartagena, sino de todos los pueblos ribereños por los que atraviesa el canal.

Su sistema de esclusas busca impedir la entrada a raudales del agua contaminada que recoge el río Magdalena desde su paso por el río Bogotá y demás afluentes que lo nutren hasta su llegada a Bocas de Ceniza e inmediaciones del brazo del Dique. Además, sus sedimentos y caudal ya causaron una tragedia mayúscula en 2010, cuando se desbordó e inundó pueblos enteros del departamento del Atlántico.

Las obras del Canal del Dique impedirán que se parta en dos la bahía de Cartagena, causando un daño gigantesco al primer sistema portuario del país y a la industria de cruceros que irriga anualmente millones de dólares, especialmente, a los trabajadores rasos del turismo de nuestra ciudad.

Y como quiera que el señor presidente abandera una lucha por la salud del planeta, la sedimentación provocada por el cauce descontrolado del Magdalena a través de su brazo del Canal del Dique beneficiará a los habitantes de Barbacoas, San Onofre, Islas de San Bernardo, Isla Fuerte, Berrugas y por supuesto los habitantes de Islas del Rosario y Barú, pueblos que derivan su sustento del turismo y verán cómo se arruina un ecosistema considerado patrimonio universal.

Si el señor presidente tiene entre sus baluartes el fomento del turismo como una de las fuentes de recursos para reemplazar los ingresos de los hidrocarburos, las obras del Canal del Dique, además de proteger la vida de todos los habitantes ubicados en sus riberas, preservarán la viabilidad del más importante emporio turístico del país, como lo son Cartagena y su área insular.

2. Sobre las inundaciones que se ciernen sobre Cartagena producto de la elevación del nivel de los océanos, el Proyecto de Protección Costera, diseñado para mitigarlo, se encuentra atascado por la constante interinidad que ha aquejado durante su gobierno a la UNGRD, entidad encargada de ejecutarlo y aportar una parte considerable de sus costos.

Las playas de Bocagrande, Castillogrande, El Laguito y Marbella están siendo explotadas por miles de ciudadanos de escasos recursos, en su mayoría afrodescendientes pobres y que hoy contemplan con frustración la parálisis del proyecto y la incertidumbre sobre su futuro.

3. Señor presidente: a través de la historia los mandatarios de nuestra nación han mirado hacia Cartagena con devoción y gratitud por el precio enorme que pago en defensa de nuestra vida republicana, un Patrimonio de la Humanidad que abriga testimonios en piedra que hablan de su grandeza y que es deber y obligación del Estado preservar y proteger.

4. Finalmente, es injusto cargar a Bocala las obras del Canal del Dique, una comunidad sobre la que han caído estos últimos años ingentes calamidades, entre ellas, un desmesurado costo en los servicios de energía y agua, que, por cierto, subsidian el consumo de los estratos 1, 2 y 3, amén del deterioro visible de sus calles e infraestructura.

En Bocala habita una comunidad que dista representar a “los ricos de la aristocracia”, compuesta por una clase media que porfía todos los meses por costear los enormes costos de sus servicios, entre ellos, muy apreciados miembros de la familia de la señora primera dama.

Esperamos que el señor presidente nos separe de sus objetivos programáticos y sea justo con una ciudad que dio mucho y recibe muy poco del Estado.

*Presidente de la Junta de Acción Comunal de Bocagrande.

QOSHE - La deuda con Cartagena - Andrés Rico Rivera
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La deuda con Cartagena

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24.03.2024

Con estupor y enorme preocupación han recibido los habitantes de Bocagrande, Castillogrande y El Laguito (Bocala) los argumentos del señor presidente de la República que fundamentan las instrucciones que ha impartido para que los costos de la megaobra de recuperación del Canal del Dique se carguen a sus habitantes por medio del sistema de valorización.

Con el ánimo de ilustrar mejor al señor Presidente, es menester hacer las siguientes precisiones:

1. Cuando se refiere a que las obras del Canal del Dique evitarán que se inunden los barrios de “los ricos de la aristocracia cartagenera”, es pertinente señalar que estas obras por su magnitud e influencia desbordan los intereses de nuestra comunidad y constituyen un proyecto país, donde los beneficios no son únicamente para los habitantes de Cartagena, sino de todos los pueblos ribereños por los que atraviesa el canal.

Su sistema de esclusas busca impedir la entrada a raudales del agua contaminada que recoge el río Magdalena desde su paso por el río Bogotá y demás afluentes que lo nutren........

© El Universal


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