En Cartagena de Indias, la lucha por preservar el espacio público se ha convertido en un tema de vital importancia que refleja el pulso de la ciudad y la gestión política que la rige. El espacio público no solo es un reflejo de la identidad cultural y social de una comunidad, sino un factor determinante en su calidad de vida y desarrollo urbano.

Sin embargo, en los últimos años, Cartagena ha enfrentado crecientes desafíos en cuanto a la conservación y uso adecuado de su espacio público. La proliferación de construcciones ilegales, el comercio informal y la falta de políticas efectivas de ordenamiento urbano han contribuido a la pérdida gradual de áreas destinadas al disfrute y uso de la ciudadanía.

Esta situación no solo afecta la estética y funcionalidad de la ciudad, sino que también tiene repercusiones en la seguridad ciudadana, la movilidad urbana y la cohesión social. La ocupación indebida del espacio público obstaculiza el acceso equitativo de todos los ciudadanos a los servicios y recursos urbanos, generando tensiones y conflictos que pueden desembocar en situaciones de violencia e inseguridad.

Para revertir esta tendencia y garantizar el derecho de todos los ciudadanos a un espacio público digno y seguro, es necesario adoptar un enfoque integral que involucre acciones tanto a nivel normativo como de gestión urbana. Esto incluye el fortalecimiento de la regulación y vigilancia: Es fundamental reforzar los mecanismos de control y sanción para prevenir la ocupación ilegal del espacio público y garantizar el cumplimiento de las normativas vigentes. Promoción de alternativas para el comercio informal: en lugar de simplemente prohibir el comercio informal, es necesario brindar alternativas viables y sostenibles para los vendedores ambulantes, como la creación de mercados populares. Planificación urbana participativa: la planificación y gestión del espacio público deben ser participativas e inclusivas, involucrando a la comunidad en la toma de decisiones y en la identificación de necesidades. Inversión en infraestructura y equipamientos: es necesario invertir en la mejora y adecuación de los espacios públicos existentes, así como en la creación de nuevos espacios de recreación, cultura y convivencia ciudadana. Fomento de una cultura cívica: promover valores de respeto, responsabilidad y cuidado del espacio público.

En definitiva, la preservación del espacio público en Cartagena de Indias no solo es un deber moral y legal, sino una condición indispensable para construir una ciudad más justa, inclusiva y sostenible. Requiere el compromiso y la acción concertada de autoridades, sociedad civil y ciudadanía en general, con el objetivo de garantizar que el espacio público siga siendo un patrimonio común y accesible para todos.

*Concejal de Cartagena.