Los hijos de Júpiter y Metis superarían en fuerza y sabiduría a su padre. Para evitar tal presagio, Júpiter se tragó de un solo bocado a Metis. Sin embargo, ya ella estaba embarazada y el feto siguió creciendo dentro del dios. Los fuertes dolores de cabeza obligaron a Júpiter a solicitarle a Vulcano que le abriera la cabeza. De allí emergió Minerva, con la sabiduría de su madre y la fuerza del padre, a quien ayudó en varias guerras derrochando valor. Por ello su padre la premió como diosa de la sabiduría, las ciencias, la educación, las artes y la medicina, entre otros.

Y así, altiva y erguida, cual Minerva, se ve a la doctora Berrocal desde siempre. Sabia en sus enseñanzas, valiente y fuerte en cada una de las batallas que a lo largo de la vida ha luchado, a veces hasta con los molinos de viento de utopías perdidas y eternas injusticias. La más reciente de tales batallas la llevó a marchar al lado de sus estudiantes para protestar contra la catástrofe económica que se cierne sobre su amada Universidad de Cartagena.

No puedo hablar en nombre de los más de cuatro mil estudiantes de medicina a quienes inspiró, e inspira, en su formación con su ejemplo de docente, maestra y médica. Ni en nombre de los miles de pacientes a quienes les cambió la vida para siempre al mejorarles de un tajo la apariencia y la autoestima, ni mucho menos de cientos de niños en quienes esculpió cual artista una sonrisa de por vida al cerrarles el surco que natura por error les dejó. Tampoco tomaré la vocería de una gigantesca familia que orgullosa le agradeció una vida dedicada a todos ellos con grandes festejos, los sabores del porro y un arroz sinuano cuyo cucayo fue el mejor colofón de una hermosa velada. En mi nombre solo digo ¡gracias! Por el ejemplo de 50 años de dedicada galena y más de 40 años de maestra. Leyenda viva del famoso refrán que “el médico que solo sabe medicina ni medicina sabe”.

Su primera clase, mientras nos enseñaba medicina nos ilustraba el arte universal. De los dedos del Greco al entierro del Conde Orgaz nos mostró el arte como herramienta de enseñanza, como intervención sanadora, medicina y arte, todo en uno. En “La curación del ciego”, el Greco, con magistrales pinceladas repletas de color y movimiento, muestra el milagro de la sanación que ella misma ejerce magistralmente.

Tras miles de conferencias y merecidos reconocimientos, ha recorrido el mundo representando a Colombia y a la Universidad de Cartagena sin abandonar sus raíces. Aún hoy se le quiebra la voz cuando habla de su amada Montería. Auténtica, original, orgullosa de lo que es. Bien decía Minerva, “ni dejes que te hinche la soberbia, aun cuando aventajes a los demás”.

*Profesor Universidad de Cartagena.

QOSHE - Manuela Berrocal Revueltas - Carmelo Dueñas Castell
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Manuela Berrocal Revueltas

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27.03.2024

Los hijos de Júpiter y Metis superarían en fuerza y sabiduría a su padre. Para evitar tal presagio, Júpiter se tragó de un solo bocado a Metis. Sin embargo, ya ella estaba embarazada y el feto siguió creciendo dentro del dios. Los fuertes dolores de cabeza obligaron a Júpiter a solicitarle a Vulcano que le abriera la cabeza. De allí emergió Minerva, con la sabiduría de su madre y la fuerza del padre, a quien ayudó en varias guerras derrochando valor. Por ello su padre la premió como diosa de la sabiduría, las ciencias, la educación, las artes y la medicina, entre otros.

Y así, altiva y erguida, cual Minerva, se ve a la doctora Berrocal desde siempre. Sabia en sus........

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