El doctor John Bowlby, psiquiatra y psicoanalista de niños hace 60 años, anotó: “Efectos inmediatos y a largo plazo que median la salud mental del niño son la resultante de una experiencia de relación cálida, íntima y continua entre la madre y su hijo, por la cual ambos encuentran satisfacción y alegría”. Este autor inicialmente estudió 44 niños institucionalizados por robo, en todos los casos registró evidencias de experiencias previas de abuso y maltrato por parte de los progenitores. También estudió niños separados de sus madres tempranamente por períodos prolongados, constatando los efectos negativos a posteriori en su salud mental.

La capacidad de resiliencia frente a eventos estresantes es influida por el patrón de apego o el vínculo que los individuos desarrollan durante el primer año de vida con el cuidador, generalmente la madre. El modelo de relación con nuestra pareja estará marcado por el tipo de apego que adquirimos. La teoría del apego tiene actualidad, y se considera hoy uno de los más revolucionarios conceptos de los últimos 60 años acerca del desarrollo psicológico del niño.

El análisis de datos de Mary Ainsworth en Uganda y sus posterior experimento ‘La Situación Extraña’ complementan y confirman las teorías de Bowlby. Estudios de los últimos 10 años sobre Experiencias Adversas Tempranas, al respecto son concluyentes afirmativamente.

El concepto de 0 a 3 años como edad crítica en el desarrollo mental y emocional del niño actualmente se ha ampliado, científicamente se ha probado que esta relación comienza al menos 3 meses antes del nacimiento, y contribuye a desarrollar las neuronas espejo, especificas para la comunicación intuitiva denominada ‘Teoría de la Mente’, las mismas de la compasión. ¡Eureka! Los humanos disponemos de wifi y bluetooth, por eso conectamos.

Recordemos que se definen 5 tipos de apego: El apego seguro, son personas resilientes, seguras y optimistas, constituyen el 55% de la población. El apego inseguro, ya sea ambivalente, ansioso o evitativo, corresponde al 42%. El 3% funcionará con un apego desorganizado.

El apego desorganizado, que se ha relacionado en su origen, con ambientes patológicos y diferentes formas de desapego, maltrato infantil, emocional o físico dentro del sistema familiar. En este sentido, las víctimas pueden tener dificultades para relacionarse con otras personas. En casos de abandono, distancia afectiva o maltrato a temprana edad, el niño experimentará una pérdida de confianza en la figura vincular o incluso una ira incomprensible

La probabilidad de que la ira que acompaña a estos niños termine incorporándose de alguna manera a su personalidad adolescente y adulta es muy grande. Esta carga emocional negativa dificulta el control del comportamiento y la regulación de sus emociones, aumentando así el riesgo de que ellos recurran a la violencia y al crimen.

*Psiquiatra.