Hay un secreto a voces en la contratación pública cada cuatro años que muchos entienden, pero del que pocos hablan. Hechos en los que hay víctimas, beneficiados, cómplices y repartición a dos manos de los llamados contratos por prestación de servicios, mejor dicho, de todo un poco. Acciones que se han normalizado, porque “así es esto”, personas que en ocasiones no aplican a los perfiles, pero no importa porque al final se “ajustan” para que sí ingresen y asuman responsabilidades.

En cada localidad hay personajes que se encargan de darle a cada quien un poquito de lo que hay, sin embargo, la empleabilidad no es el tema en esta columna. Aquí de lo que se debe hablar es de usar la necesidad de muchas personas por trabajar, para exigir pagos mensuales para devolverles ‘el favor’.

Para explicarlo brevemente y que usted estimado lector entienda, todo se trata de un empleo que una persona adquiere por medio de ‘palanca’, pero que a la final debe pagar cierto porcentaje mensual a quien hizo el enlace para esa ‘oportunidad’. Pero, ¿y quién puede estar detrás de eso? Lo cierto es que siempre varía, en ocasiones puede ser un líder, un concejal e incluso algún personaje reconocido de la política de esa localidad o región. Un enlace que no tiene protagonistas, porque cada año puede cambiar.

Personajes que se denominan ‘padrinos políticos’ y serán quienes velarán por ese ‘empleado’. Se han convertido estos contratos en la forma de pagar el apoyo a una campaña política, porque nada es gratis; todo tiene su precio. ¡Buena jugada!

Prácticas que seguirán pasando mientras las campañas políticas continúen siendo financiadas por parapolíticos –lo que es otro secreto a voces– y se enriquezcan los mismos con el erario público. Como quien dice, “esa tetica no la van a soltar”. Lo único que se requiere es tener un nombre, un perfil y, especialmente, la necesidad urgente de trabajar. Sin embargo, no hay quién se atreva a decir algo, ni aunque el porcentaje mensual sea abusivo, porque esto se ha convertido en un acuerdo informal entre el trabajador y su ‘padrino’.

Finalmente, mientras haya demanda, hay mercado, si hay quienes aceptan un empleo por prestación de servicios en el que se les descuente hasta 1 millón de pesos de su sueldo, habrá quienes sigan usando la política y las necesidades de la gente con la misma estrategia cada 4 años.

Aunque sea un tema complejo y que algunos conocen, de hecho lo han vivido, no pasa nada porque en nuestro país la mayoría de las cosas funcionan ‘bajo cuerda’ y se le da el manejo que más convenga. Mientras haya quien apoye estas prácticas, no pasará nada y continuaremos viviendo bajo la sombra de un secreto a voces.

QOSHE - Repartición de contratos: un secreto a voces - Delcy De Ávila
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Repartición de contratos: un secreto a voces

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08.03.2024

Hay un secreto a voces en la contratación pública cada cuatro años que muchos entienden, pero del que pocos hablan. Hechos en los que hay víctimas, beneficiados, cómplices y repartición a dos manos de los llamados contratos por prestación de servicios, mejor dicho, de todo un poco. Acciones que se han normalizado, porque “así es esto”, personas que en ocasiones no aplican a los perfiles, pero no importa porque al final se “ajustan” para que sí ingresen y asuman responsabilidades.

En cada localidad hay personajes que se encargan de darle a cada quien un poquito de lo que hay, sin embargo, la empleabilidad no es el tema en esta columna. Aquí de lo que se debe hablar........

© El Universal


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