El legado de Augusto Martínez Segrera es muy importante y sin embargo un manto de desconocimiento cubre su obra, que incluye la restauración de buena parte del patrimonio monumental de Cartagena y el descubrimiento y propuestas de técnicas para la pintura de casas y edificaciones coloniales y republicanas. Pintor y escultor de estilo muy propio, también enseñaba el grabado, la pintura y la escultura, y como arquitecto restaurador era insuperable.

Por algo fue el alumno predilecto del gran maestro español Manuel Zapatero, quien en los años 70 estuvo en Cartagena restaurando algunos monumentos que se hallaban en mal estado, y exigió –según lo cuenta el arquitecto Alberto Samudio–, que su asistente fuera Martínez Segrera por su experticia adquirida junto al ibérico en trabajos anteriores. Su estética de restauración quedó marcada en murallas, fuertes, castillos, casas, iglesias de Cartagena, Santa Marta, La Habana, San Juan de Puerto Rico, Panamá y Venezuela. Viajero incansable, no solo lo hacía por placer, sino para llenarse de nuevos conocimientos, nutrir su intelecto, disfrutar de la historia y de otras propuestas estéticas. De Marruecos trajo secretos culinarios que amalgamó con los que aquí tenía para lograr exquisiteces que repartía entre sus amigos, amantes como él, de los mejores vinos. Augusto fue miembro del Grupo de los 15 conformado por los más destacados alumnos de la Escuela de Bellas Artes de Cartagena, orientados por el artista francés Pierre Daguet, quien sembró el destino del arte en una generación que se distinguió por su compromiso con el pincel. Augusto era una cátedra ambulante. Como Aristóteles, caminaba, hablaba y enseñaba. No porque dictara en realidad una cátedra, sino porque su palabra estaba llena de enriquecedoras anécdotas, referencias de hechos conocidos o inéditos, apuntes interesantes que explicaba en detalle resolviendo inquietudes. En la primera entrega de este texto sobre Augusto Martínez Segrera recordé que dejó dos libros en manuscrito que son verdaderos tesoros: uno está referido al patrimonio monumental de Cartagena, en que el autor era un verdadero experto; y el segundo destaca la influencia musulmana (mudéjar) en la arquitectura cartagenera. Ambas obras están en poder de su hija Rosita, quien está dispuesta a entregarlas para que sean editadas y sirvan a las nuevas generaciones de artistas, arquitectos restauradores, investigadores, historiadores. Podría aprovecharse la conmemoración de los 40 años de la declaratoria de Cartagena como Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad por parte de la Unesco, para la publicación de los libros. La fecha es noviembre, de modo que faltan 7 meses. Hay tiempo para hacer justicia.

QOSHE - El hombre que lo sabía casi todo (2) - Eduardo García Martínez
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El hombre que lo sabía casi todo (2)

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13.04.2024

El legado de Augusto Martínez Segrera es muy importante y sin embargo un manto de desconocimiento cubre su obra, que incluye la restauración de buena parte del patrimonio monumental de Cartagena y el descubrimiento y propuestas de técnicas para la pintura de casas y edificaciones coloniales y republicanas. Pintor y escultor de estilo muy propio, también enseñaba el grabado, la pintura y la escultura, y como arquitecto restaurador era insuperable.

Por algo fue el alumno predilecto del gran maestro español Manuel Zapatero, quien en los años 70 estuvo en Cartagena restaurando algunos monumentos que se hallaban en mal estado, y exigió –según lo cuenta el arquitecto........

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