En la actualidad, los niños y las niñas se enfrentan a una serie de riesgos e inseguridades derivadas de la constante influencia de las redes sociales. Las consecuencias son en ocasiones nefastas si los padres no ejercen suficiente control sobre los tiempos y modos de uso de los dispositivos electrónicos a muy temprana edad.
Una de las consecuencias adversas que desencadena el mal uso de estos dispositivos es la carencia de un sólido sentido de la responsabilidad de chicos y chicas para asumir con compromiso y motivación sus deberes en concordancia con su desarrollo cognitivo y emocional.
Los padres se preguntarán: ¿qué podemos hacer para sembrar ese sentido de la responsabilidad desde la infancia? La filosofía, considerada una disciplina abstracta y reservada para académicos, tiene también un lugar especial en el mundo de los niños. Los pequeños son por naturaleza buscadores incansables de respuestas y su inagotable curiosidad los lleva a preguntarse sobre todo lo que les rodea. Es allí donde la filosofía juega un rol imprescindible: es una herramienta para fomentar el pensamiento crítico, la reflexión y la apertura mental desde temprana edad.
La Filosofía para Niños (FPN) es una propuesta pedagógica que nace de la idea de que los niños tienen una capacidad natural para maravillarse, preguntar y reflexionar. Inspirado por el filósofo y educador Matthew Lipman, este enfoque busca cultivar la habilidad de pensar de manera crítica y creativa. No se trata de presentarles contenidos filosóficos en miniatura, sino de estimular su mente a través de preguntas abiertas y de un diálogo constante. La filosofía en los niños ayuda a desarrollar el pensamiento lógico, les enseña a escuchar con respeto, y proporciona herramientas para enfrentar el mundo con una mente abierta y crítica. No son solo conceptos abstractos, también temas éticos, sociales y políticos. Al cultivar el pensamiento crítico, se forman ciudadanos activos, conscientes y comprometidos.
Es cierto que la crianza es una tarea retadora y compleja porque está unida a los contextos y tiempos en los que ella ocurre, a las diferencias individuales de padres e hijos y a otros tantos factores que considerar.
No obstante, en ese proceso, un apoyo invaluable surge a partir de preguntas que inviten a reflexionar, de la lectura de cuentos filosóficos y, sobre todo, del reconocimiento de la capacidad de los niños para filosofar. La filosofía no es solo para adultos sabios; es para todos aquellos que se atreven a preguntar “¿por qué?” una y otra vez.
Las opiniones aquí expresadas no comprometen a la UTB ni a sus directivos.
*Profesora del programa de Psicología, UTB.
Filosofía en los niños
8
0
22.03.2024
En la actualidad, los niños y las niñas se enfrentan a una serie de riesgos e inseguridades derivadas de la constante influencia de las redes sociales. Las consecuencias son en ocasiones nefastas si los padres no ejercen suficiente control sobre los tiempos y modos de uso de los dispositivos electrónicos a muy temprana edad.
Una de las consecuencias adversas que desencadena el mal uso de estos dispositivos es la carencia de un sólido sentido de la responsabilidad de chicos y chicas para asumir con compromiso y motivación sus deberes en concordancia con su desarrollo cognitivo y emocional.
Los padres se preguntarán: ¿qué podemos hacer para sembrar ese sentido........
© El Universal
visit website